Quiénes son
Anna Baqués e Isaac Rigau son ingenieros agrónomos y enólogos, y hace más de 20 años que están vinculados a la elaboración de vinos. Su otra gran pasión es la montaña y, muy especialmente la Cerdanya, adonde llegaron de muy jóvenes y donde han pasado muchas temporadas de invierno como profesores de esquí. Los dos han viajado por todo el planeta y han trabajado en distintas zonas geográficas, climas, variedades de uva… aplicando sus conocimientos enológicos y vinícolas. Porque el sueño de Anna e Isaac era tener su propia explotación vitícola en la montaña, un sueño que hicieron realidad en Llívia. En el año 2011, junto a tres amigos, se lanzaron a producir vino a más de 1.200 m de altitud. Así nacía Llivins, un proyecto innovador con corazón, y la primera bodega de elaboración de vinos ceretana. Y es que en la edad media ya se elaboraba vino en la Cerdanya, pero ahora, con Llivins, se ha recuperado la viticultura de montaña en la comarca como arte agrícola tradicional. Su propuesta, desarrollada en un contexto de climatología extrema, les ha cambiado lo hábitos y les ha hecho aprender de los ciclos de la naturaleza y de la vida en la montaña. La recompensa son joyas como los singulares DNeu i DGel.
Qué hacen
En Llivins, la montaña es parte implícita del proceso de creación: se aprovecha la altitud, la climatología extrema, la amplitud térmica, la orientación este-oeste que garantiza una gran insolación, la tierra… para producir unos vinos especiales ya que todo el proceso se impregna de estas condiciones. La finca es 100% Sauvignon Blanc —una variedad de uva blanca, muy fresca, aromática, que se adapta muy bien a los climas más fríos—, la viña es ecológica y se trabaja en permacultura. Aunque las condiciones para hacer la vendimia en este contexto son duras, esta se lleva a cabo manualmente, hacia el mes de noviembre, mucho más tarde que en el llano, y tiene lugar a temperaturas muy bajas (con el frío, la planta ha perdido sus hojas y ha buscado el agua que necesita directamente de la uva, que gana en azúcar y acidez). La uva se recoge, se procesa y se prensa muy rápidamente, de manera que, en un solo día, la uva pasa de la cepa a la fermentación. Todo ello hace que los vinos de Llivins, de proximidad y comprometidos con el entorno, sean muy especiales y singulares, de producción muy limitada. Las joyas del proyecto son el DNeu, un vino blanco monovarietal de Sauvignon Blanc y el DGel, un vino dulce natural (para elaborarlo se necesita una noche con temperaturas de 5-6 grados bajo cero), ambos con el distintivo de Vinos Veganos y de Viticultura Ecológica. Para dar a conocer su actividad y sus vinos, en Llivins organizan unas interesantísimas visitas enoturísticas a sus viñas y bodega.
El entorno
Llívia, localizada como una especie de isla de Cataluña en territorio francés, está situada a 1.224 m de altitud, al pie de los picos más altos del Pirineo oriental, entre los que destaca el Carlit (2.921 m). En el municipio, que cuenta con una excelente oferta gastronómica y de alojamientos, destacan las ruinas del antiguo castillo y, en el núcleo antiguo, la torre de Bernat de So y la iglesia, testimonios de su pasado medieval junto con la Farmacia Esteve, hoy en día reconvertida en museo, fundada a principios del siglo XV y probablemente la más antigua que se ha conservado en Europa. En cuanto al entorno natural, bosques, lagos… invitan a descubrirlo y observarlo. Diferentes itinerarios permiten refrescarse en el torrente de Estahuja y de Rocanal, disfrutar de los beneficios terapéuticos de las aguas de la fuente del Sofre, la fuente del Xàfec y la fuente del Ferro, y conocer ejemplos de la arquitectural rural en piedra seca —barracas de pastor, terrazas de cultivo, el acueducto del Carrasut… Puede asimismo recorrerse uno de los tramos del Camino de Santiago y, en los parajes de alta montaña, en el Baix Carlit y el Bac de Llívia, se encuentran los maravillosos lagos de Les Bulloses. La ubicación de Llívia permite acercarse, ya en Francia, al término de Angostrina y Vilanova de les Escaldes, y visitar la iglesia románica de San Martín d’Envalls (1.593 m), recorrer el valle de Angostrina o aproximarse a las pistas de esquí de Font-Romeu.