Quiénes son
Carles Flaquer, biólogo; Joan Rubió, enólogo e Imma Espel, bióloga y experta en turismo, pusieron en marcha en el año 2014, con un punto de «locura», Bauma de les Deveses, un proyecto que pretendía recuperar un espacio agrícola único con la finalidad de obtener un vino ecológico de altura de gran calidad. Porque tener viña en la zona de la Devesa de Sant Julià de Cerdanyola, entre 1.000 y 1.300 m de altitud, no es un hecho nuevo, puesto que se sabe que ya en el siglo XII habían cepas en este lugar, un cultivo que, en la Edad Media era muy habitual en los territorios pirenaicos. Además de cuidar de la tierra y de las viñas con la menor intervención posible y siguiendo métodos tradicionales, como hace 150 años, Bauma de les Deveses pretende dar visibilidad a las paredes y las barracas que los antepasados fueron construyendo con gran esfuerzo y técnica, para que pueda recuperarse un espacio y un paisaje agrícolas en desuso desde hace muchos años. Así pues, Bauma de les Deveses tiene como objetivo la producción de un vino ecológico de gran calidad preservando los valores productivos, históricos, de uso social y simbólicos del territorio.
Qué hacen
Cuando en 2014 la Junta de Campmasats i Megallers arrendó las tierras a Carles, Joan e Imma, lo primero que hicieron fue la preparación de las terrazas desbrozando los matorrales y preparando la tierra. En la actualidad, cuentan con especialistas que trabajan las viñas plantadas, y lo hacen a la antigua, a mano y utilizando caballos, es decir, sin mecanizar nada y sin poder acceder de manera motorizada. Han rehecho las características paredes de piedra seca que estaban derruidas, con la ayuda de un paleta-marger de la localidad, buen conocedor de este tipo de construcción. Del terreno, con un buen drenaje y con mucha amplitud térmica, y gracias a la mediterraneidad de altura, esperan obtener un gran vino ecológico con muchos matices, mucha complejidad, profundidad y elegancia. Por el momento comercializan el Nituix, un vino xarel·lo 100% con origen en Vilafranca del Penedès (la tierra donde Joan Rubió ha trabajado la viña desde siempre, con un sistema de cultivo ecológico y biodinámico). Además ofrecen la oportunidad de visitar sus viñas y, si se desea, apadrinar una de las terrazas plantadas con garnacha, monastrell o macabeo (a cambio se coloca una placa de hierro con el nombre de la persona y la fecha del apadrinamiento, hay la posibilidad de participar en las labores que se realicen y se recibirá una caja de vino).
El entorno
Situado entre los municipios de la Nou de Berguedà, la Pobla de Lillet y Castell de l’Areny, desde Sant Julià de Cerdanyola se puede disfrutar de un variado paisaje que puede contemplarse desde el lugar llamado La Creu, donde una mesa de orientación permite al visitante observar el entorno, con vistas al Pedraforca. El turismo cultural, natural y gastronómico es allí muy importante pudiendo visitarse lugares como los Jardines Artigas, diseñados por Antoni Gaudí, la Pobla de Lillet o la sierra de Catllaràs, con el interesante santuario de Falgars. En cuanto a las festividades de la localidad, cabe mencionar la Fia-Faia, que se celebra la tarde-noche del 24 de diciembre, una de las numerosas fiestas dedicadas al fuego en los Pirineos y que es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.