Quiénes son
Hija de familia de agricultores, Teresa Torner, nacida en una masía a 1.860 m de altitud, es una de las propietarias de BioAbenur y Patata Ecològica, en Fontanals de Cerdanya, donde hace ya más de 25 años que trabajan tierras certificadas como ecológicas. Ella y Pau, también payés de origen, se dedican, a través de este proyecto familiar y vital, a la producción y venta de patatas ecológicas, así como a la cría de vacas de raza Bruna del Pirineo y disponen de ejemplares de Caballo Pirenaico Catalán. Desde 1990, la finca de Mas Montagut dispone de certificación BIO, y es que sus tierras están exentas de residuos tóxicos y las trabajan manteniendo el equilibrio de la tierra, conservando la fauna y el microecosistema y preservando el entorno. Una filosofía de vida fundamentada en lo que ellos denominan eco-revolución, centrada la adaptación del entorno rural a los cambios que este está viviendo. Son miembros de la Asociación Agroalimentaria de la Cerdanya —que trabaja para poner en valor el producto y la gastronomía local, según criterios de sostenibilidad económica, social y medioambiental—, ramaderes.cat, Pam a Pam —el mapa colaborativo de la Economía Social y Solidaria (ESS) en Cataluña—, y Pagesos GPS, y participan en la comisión de trabajo de Cerdanya. El Gran Valle del Pirineo, que apuesta por un cambio de paradigma en el turismo de la comarca.
Qué hacen
En Mas Montagut se dedican principalmente a la producción y venta de patata ecológica de tres variedades, Kennebec, Monalisa y Red Pontiac, y lo hacen respetando los ritmos de la tierra y los animales. La altitud, el agua y el entorno contribuyen a que sus patatas tengan un sabor excepcional. Controlan todas las fases de la producción para garantizar que sus productos conservan todas las propiedades y son de la mejor calidad. En este proceso, y como también crían vacas de raza Bruna del Pirineo, estas pacen libremente y proporcionan el abono que nutre los campos. Asimismo, cultivan forrajes y cereales, por lo que son autosuficientes en lo que a la alimentación del ganado se refiere. Trabajan siguiendo las lunas, realizan las actuaciones necesarias para mantener en óptimas condiciones los cultivos, respetando el ciclo natural, algo que sin duda contribuye a que el producto resultante sea inmejorable. Para ellos, el consumo de sus productos es sinónimo de mantener el paisaje, prevenir incendios, mejorar la calidad del aire, y contribuir a combatir el cambio climático, a mantener la economía circular y a defender el sector primario. Todo lo que producen (las patatas, pero también la carne procedente de ganadería en extensivo y ecológica) está certificado por el Consejo Catalán de la Producción Agraria Ecológica (CCPAE). Con la idea de acercar los alimentos a las personas, transformar los hábitos de consumo, hacer pedagogía acerca de la labor campesina, compartir conocimientos y dar valor al entorno rural, han puesto en marcha, en su propia explotación, La Trumferia, un espacio rural en el que poder probar sus productos y mucho más.
El entorno
Los edificios religiosos forman parte de la idiosincracia de Fontanals de Cerdanya, ya que en su término municipal pueden visitarse la iglesia de San Martín de Urtx (del siglo XII), San Cosme y San Damián de Queixans, San Miguel de Soriguerola (del siglo XI), Santa Eulalia de Estoll (de estilo barroco) y San Esteban de las Pereres (del siglo XII). Se trata de construcciones de gran valor cultural y arquitectónico. En cuanto a la comarca, la Cerdanya ofrece un paisaje espectacular que permite llevar a cabo multitud de actividades durante todas las épocas del año (ferias, visitas culturales, rutas a pie, en bicicleta, a caballo, deportes de invierno…), disfrutando a la vez de una excelente oferta gastronómica y de alojamientos.