Quiénes son
En 1998, Anna y Gabi huyeron del estrés de Barcelona con la intención de vivir en un lugar que estuviera cerca de la naturaleza. Fue así como encontraron una antigua casa forestal para reformar, que convirtieron en el Refugio de Cuberes. Se trata de un proyecto familiar en el que Anna y Gabi, junto a sus tres hijos, Jana, Guillem y Nina, acogen a los huéspedes que llegan hasta allí para conocer el territorio. Anna y Gabi compaginan la gestión del refugio con sus respectivos trabajos y aficiones (Anna es docente y Gabi, amante de la naturaleza, la fotografía, la astronomía, la náutica y la cocina). Además, han puesto en marcha dos proyectos más, Boumort Indòmit, a través del cual ofrecen experiencias ecoturísticas de naturaleza únicas en Boumort, donde se encuentra el refugio, y una pequeña fábrica de producción de pellet para aprovechar los excedentes forestales de la zona.
Qué hacen
El Refugio de Cuberes es el único refugio con guarda de la Reserva Natural de Boumort y funciona como un pequeño hotel de montaña. El objetivo es ofrecer un espacio confortable y agradable a sus huéspedes en sus instalaciones: en la planta baja se encuentra el comedor con suelo de madera, sofás, una chimenea y calefacción, una zona de juegos de mesa y estanterías con libros y revistas, y en la primera planta están las habitaciones. La cocina es también muy importante ya que ofrecen platos tradicionales elaborados con productos de la zona y de temporada (de hecho, la carne y los embutidos los compran a productores locales y sus verduras son del huerto propio). Forman parte de la cooperativa Boumort Indòmit Ecoturisme, centrada en la oferta de experiencias únicas en la zona de Boumort para descubrir su naturaleza, su patrimonio, su cultura y sus gentes.
El refugio abre generalmente desde Semana Santa hasta el mes de noviembre y, si la climatología lo permite, también lo hace fuera de estas fechas, para grupos, con reserva previa.
El entorno
La situación del refugio, en la Reserva Natural de Boumort, invita a descubrir el entorno, mediante rutas y excursiones, bien a pie, en BTT o con un vehículo 4×4. Para los amantes de la montaña, es posible ascender hasta la cima de Boumort, de 2.077 metros de altura, o del Pi Sec, de 1.917 metros. La naturaleza es uno de los aspectos más atractivos de la zona, especialmente en lo que a la fauna se refiere: se puede escuchar la berrea del ciervo, es decir, su ritual de acoplamiento (desde mediados de septiembre hasta finales de octubre) o bien observar las cuatro especies de buitres del continente europeo: el buitre común, el buitre negro, el quebrantahuesos y el alimoche. De hecho, la Reserva Natural cuenta con un observatorio de aves rapaces. Otra opción para el visitante es acercarse hasta la Pobla de Segur, a una hora de camino, aproximadamente, desde donde pueden visitarse refugios antiaéreos de la Guerra Civil o algunos edificios religiosos románicos, como la iglesia de Sant Cristòfol o la ermita de Sant Miquel del Pui.