Quiénes son
Ca de Llibernal de Noals surgió, en 2016, de la curiosidad de Catalina Ballarín del Valle y Lluís Florit Molina por el mundo de la apicultura. Lluís tenía colmenas desde hacía tiempo, que cuidaban entre su hermana y su padre. A ambos les motivaba la satisfacción de consumir la miel de sus propias abejas y, poco a poco, fueron aumentando la cantidad de colmenas, hasta que decidieron formarse y hacer el obrador para poder comercializar su miel en Noales, el pueblo en el que vivía Catalina. Enamorados de la montaña, el senderismo, la fauna y la flora, les motiva todo lo relacionado con la vida en el medio rural, la naturaleza, las tradiciones… y coinciden en su arraigo y apego al territorio. Aunque su dedicación a la apicultura es parcial, ya que sus ocupaciones principales son las de ingeniero forestal y maestra —por ello residen en el Pont de Suert—, esta afición ha pasado a ser una parte muy importante de su vida. Actualmente sus abejas elaboran la miel Ca de Llibernal de Noals, 100% natural y envasada por ellos mismos. Valoran enormemente vivir en el Pirineo y están convencidos que, con proyectos como el suyo, existe la posibilidad de dar más vida a los pueblos.
Qué hacen
En Ca de Llibernal de Noals elaboran y envasan artesanalmente miel de montaña 100% natural. Apicultores por pasión, realizan la extracción de la miel de las colmenas mediante procesos respetuosos con el entorno y las abejas, que pasan el invierno y la primavera por prados de romero y tomillo, y el verano y el otoño, en bancales de alta montaña, donde campan entre flores libres de pesticidas y de contaminación. El resultado de este proceso de cría y protección es la obtención de productos como el propóleo o la miel totalmente naturales, de gran calidad y con más propiedades y beneficios para el organismo, productos que se envasan en su pequeño obrador y que venden directamente a los consumidores. En Ca de Llibernal de Noals comercializan miel de romero y de tomillo, y miel de montaña, que suele ser de flores de prado como la esparceta y de flores de árboles frutales. También elaboran zumo de manzana que solo lleva manzana, no añaden agua ni azúcar ni ningún otro conservante y pronto dispondrán de mermeladas, jaleas y conservas con productos del huerto. Todo con productos de la zona y ecológicos siempre que es posible. Además, organizan visitas guiadas para divulgar conocimientos básicos sobre la organización de las abejas, su forma de trabajar y sobre la gran variedad de productos que se elaboran en una colmena. Participan en una feria en su municipio, donde imparten talleres de manualidades con cera, muy sencillos, para niños y niñas. Son también socios de la asociación Punto Pirineos.
El entorno
En Noales, perteneciente al municipio de Montanuy, destaca la Casa fortificada Llibernal, declarada Bien de Interés Cultural, que data del siglo XVI y en la que puede verse la capilla de Santa Catalina, del siglo XVIII. Otra muestra de casa fortificada puede encontrase en Montanuy, la Casa Corredor. Y es que este término municipal, el más nororiental y uno de los menos poblados de Aragón, situado en el valle de Castanesa, conserva un interesante patrimonio arquitectónico, con edificios religiosos y civiles de notable valor: las iglesias y ermitas románicas de Santa Eulalia de Forcat, Nuestra Señora de Vigüerri, en Escarné, o Santa María la Nueva de Castanesa; o el Castillo de Castarné, del siglo XI y reformado en el siglo XVII. Montanuy nos ofrece asimismo la posibilidad de recorrer y descubrir el Parque Natural de Posets-Maladeta, uno de los parajes naturales más majestuosos, vírgenes y espectaculares del Pirineo aragonés.