Quiénes son
Bajo el paraguas de la bodega familiar Torre del Veguer, que produce vinos al amparo de la DO Penedès, Joaquín Gay de Montellà, hijo de empresarios catalanes que hace más de un siglo que se dedican al mundo del vino, se encuentra al frente del proyecto Llum del Cadí, que se inició en 2008 cuando se plantaron las primeras vides en Bolvir de Cerdanya, a 1.200 metros de altitud, con la voluntad de recuperar uno de los cultivos históricos de la comarca antes de que la filoxera los arrasara. Los impulsores fueron sus padres y especialmente su madre, con raíces en el territorio. En cuanto a Joaquín, empezó su trayectoria en este mundo ya de muy pequeño, ayudando a la familia en la viña y en la bodega, e impregnándose del maravilloso mundo de las cepas, con sus inimaginables aromas y sabores. Los inicios de Llum del Cadí fueron duros ya que fueron pioneros en la plantación de viñas en la Cerdanya catalana. El clima de alta montaña provoca una brotación más tardía respecto de otras zonas vitícolas más habituales y un ciclo vegetativo más corto. También hay que hacer frente a las heladas, las granizadas… y a la acción animal. De manera que una viña puede tener que plantarse hasta 4 veces. Por todo ello, a la viña que arraiga la bautizan como «viña heroica».
Qué hacen
En el año 2015, en Llum del Cadí empezaron a producir sus dos vinos: el vino blanco, con riesling, y el vino tinto, con pinot noir, dos variedades de uva que se producen tradicionalmente en el norte de Europa, donde el clima es más frío. En ambos casos, la dureza del clima del territorio y las características del entorno natural se impregnan en ellas pero a la vez hace necesario ejercer una «viticultura heroica» para conseguirlos. La producción, menos extensiva y más dificultosa, es muy limitada y nada fácil de encontrar en el mercado: del Llum del Cadí pinot noir se producen entre 600 y 1.500 botellas al año; y del Llum del Cadí riesling, entre 300 y 1.000. El vino lo elaboran en la bodega de Sant Pere de Ribes pero tienen en mente hacer crecer la producción y establecer una bodega en la comarca y obtener así un producto totalmente local. Creen que la Cerdanya se convertirá en una referencia vinícola importante en 20 años y ya han dado los primeros pasos para crear una Denominación de Origen Cerdanya, que quisieran hacer transfronteriza.
El entorno
Bolvir de Cerdanya se encuentra muy cerca de Puigcerdà y destaca, entre otras muchas cosas, por la presencia de numerosos edificios de gran interés histórico y arquitectónico. La arquitectura románica está representada por iglesias como la de Santa Cecilia, de finales del siglo XII y principios del XIII, o por la torre de Bolvir, del siglo XIII. Hay que mencionar la existencia del yacimiento arqueológico conocido como El Castellot, uno de los pocos asentamientos ibéricos que hay en el Pirineo y el de mayor importancia de todo el valle ceretano localizado hasta hoy. A los pies de este yacimiento puede visitarse el Museo Arqueológico Espai Ceretània (en la actualidad continuan los trabajos de excavación). El disfrute de la naturaleza es otro de los atractivos de la población, desde donde parten rutas muy interesantes como el denominado camino del agua, al norte del municipio, que transcurre en paralelo a la acequia de Bolvir, o el camino de Santiago a su paso por el término municipal. Bolvir cuenta asimismo con una zona residencial con casas de una cierta importancia arquitectónica, algunas de ellas obra del prestigioso arquitecto catalán Antoni Bonet i Castellana (1913-1989). Además, la comarca de la Cerdanya se caracteriza por la excelencia de su oferta gastronómica y de alojamientos y la proximidad del Parque Natural del Cadí-Moixeró.