Quiénes son
En el año 2019, Jordi Blasco Jungbauer puso en marcha El Gall Negre después de formarse como maestro cervecero y maestro maltero en Baviera (Alemania). El hecho de establecer su proyecto en Arsèguel tiene mucho que ver con su familia, ya que su padre llegó allí en los años sesenta y desde entonces ha llevado a cabo un profundo trabajo de investigación acerca de la toda la cultura de tradición oral del Pirineo, así como la recuperación del acordeón diatónico. El nombre de El Gall Negre está directamente relacionado con ese trabajo ya que una de las más de mil canciones recuperadas se titula precisamente así. Además, la cerveza elaborada por Jordi contiene un ingrediente esencial que solamente se encuentra en el territorio: el agua tan pura que baja de la sierra del Cadí.
Qué hacen
En El Gall Negre elaboran principalmente cerveza artesana con un ingrediente que determina su carácter, el agua pura que baja directamente del Cadí, que no sale de ninguna depuradora ni pasa por ningún proceso que pueda alterar su composición química. Además, siguen la Ley de pureza alemana de 1516, que establece que para hacer cerveza solamente puede utilizarse agua, malta y lúpulo. Así, en El Gall Negre producen cuatro tipos de cervezas —Hell, Märzen, Festbier y Bock—, pero quieren seguir ampliando su catálogo y quizás iniciar la producción de destilados. El buen trabajo de El Gall Negre se vio recompensado en 2020 con la obtención de dos medallas de plata en el Barcelona Beer Festival (por la cerveza Märzen y por la Festbier), un reconocimiento importante que se suma al de su clientela. Jordi es el responsable de la elaboración de la cerveza, pero para el resto del trabajo que conlleva El Gall Negre recibe la ayuda de su pareja. Ellos mismos se encargan de la distribución de sus productos, que pueden encontrarse en tiendas, supermercados, bares y restaurantes.
El entorno
Arsèguel es un pequeño municipio del Alt Urgell que se ha convertido en uno de los puntos de encuentro más importantes de Europa para los amantes del acordeón diatónico, gracias a la celebración del Encuentro con los Acordeonistas del Pirineo, un festival que tiene lugar desde 1976. Tiene también un destacado patrimonio cultural, con la presencia del Museo del Acordeón o la Fábrica de Lanas, dos visitas imprescindibles por su gran interés. La arquitectura del pueblo es otro de sus reclamos, con construcciones de piedra y balcones de madera, la iglesia románica de Santa Coloma y el castillo, declarado bien cultural de interés nacional. Asimismo, Arsèguel es una de las puertas de entrada al Parque Natural del Cadí-Moixeró y sus rutas de senderismo constituyen un gran atractivo.