Quiénes son
El proyecto Camino ganadero de Marina. De la Cerdanya al Penedès tiene como objetivo la recuperación de esta antigua ruta milenaria trashumante entre la Cerdanya y el Penedès, de unos 200 kilómetros y que busca potenciar la actividad ganadera y dinamizar el recorrido desde un punto de vista turístico. Sus impulsores son los ayuntamientos de Llívia, Lluçà y Santa Margarida i els Monjos, con el soporte y acompañamiento de la Fundación Món Rural (FMR), el Instituto para el Desarrollo y la Promoción del Alt Pirineu y Aran (IDAPA) y el Parque de Foix, junto con otras entidades como Lluçanés. Tierra de Trashumancia, Molí de Foix o Museo de Llívia. Cuenta con la participación de cerca de 25 ayuntamientos de la Cerdanya, el Berguedà, el Ripollès, el Lluçanès, el Bages, el Alt Penedès y el Garraf.
Qué hacen
El Camino ganadero de Marina recorre Cataluña de norte a sur, desde los pastos de verano en las montañas de la Cerdanya, hasta los de invierno en el Penedès-Garraf, en una ruta trashumante singular repleta de patrimonio histórico, cultural y ambiental. Los impulsores del proyecto quieren dar a conocer todas sus particularidades y ámbitos relacionados, y destacar el vínculo entre el trayecto y los tejados amigos (las casas de acogida y las casas de invernada), el oficio y la figura del pastor/pastora trashumante como una pieza clave en el ciclo agroganadero de la masía pirenaica, las infraestructuras asociadas al recorrido, las ferias y mercados de las zonas por donde transcurre, la cultura, la religión y las tradiciones asociadas… Con esta intención, la iniciativa organiza actividades y rutas para dinamizar el Camino y darle nuevos usos (caminatas o rutas en BTT, por ejemplo), con la incorporación de los diversos elementos patrimoniales y servicios que pueden encontrarse a lo largo del trayecto (restaurantes, hoteles, transportes, empresas de actividades y de ocio…).
El entorno
La travesía Camino ganadero de Marina discurre por diez comarcas catalanas, una región francesa y más de cincuenta municipios, un hecho que permite recorrer una parte importante de la geografía de Cataluña. Un aspecto muy interesante de este trayecto milenario es que es posible descubrirlo desde distintos puntos de vista: desde la perspectiva de los tejados amigos (las casas de acogida y de invernada para el avituallamiento y el cobijo de los pastores y sus rebaños); como camino de prosperidad para las distintas zonas; desde el punto de vista del oficio de pastor; como camino de frontera; de ferias y mercados, de tradición, de cultura, de vida, de las infraestructuras asociadas… y, evidentemente, con la huella del paso del tiempo, hasta nuestros días.