Quiénes son
En el municipio de Baix Pallars, en la comarca del Pallars Sobirà, en el interior de Cataluña y lejos del mar, existe un emplazamiento de montaña en el que la sal es la gran protagonista: Gerri de la Sal. Allí puede descubrirse cómo se obtiene esta sustancia blanca y cristalina utilizada durante siglos para conservar los alimentos o como condimento, entre otros usos. Durante muchos años, las salinas fueron el motor económico de Gerri y una fuente importante de ingresos para la comarca; hoy en día, en el pueblo pueden visitarse dos de las estructuras básicas utilizadas durante siglos para la extracción y el almacenamiento de la sal: las salinas —los pequeños estanques hasta los que se hacía llegar el agua salada procedente de la fuente de agua salada próxima—, ubicadas al lado del río Noguera Pallaresa, entre el río y el pueblo, y el Real Alfolí o Casa/Almacén de la Sal, un edificio del s.XV situado en la plaza Mayor donde está ubicado también el Museo de Gerri de la Sal.
Qué hacen
Desde el Ayuntamiento se organizan visitas guiadas al conjunto restaurado desde el año 2008 y constituido por las salinas y el Real Alfolí o Casa/Almacén de la Sal, el lugar en el que esta se almacenaba hasta que se vendía. En el Real Alfolí, declarado Bien Cultural de Interés Nacional como Monumento Histórico, se encuentra el Museo de Gerri de la Sal, donde pueden conocerse todos los procesos relacionados con la extracción de la sal y su tratamiento hasta que se comercializaba: la historia de las salinas en Gerri desde la edad media y durante siglos; las distintas tareas que se realizaban y que permitían que el agua que salía del manantial se transformara en producto final; qué son y para qué han servido la poza, la caseta, la arcabota y la era; las distintas herramientas utilizadas; todo aquello relacionado con la producción y el día a día en el almacén (la selección, el pesaje, los tipos de sal que se obtenían), las claves de la distribución… También se dan a conocer los motivos por los cuales tuvo que abandonarse la extracción y se recoge el testimonio de antiguos trabajadores de las salinas. El Museo dispone también de una agro-tienda con productos de la comarca. Uno de ellos es la sal del Roser, la que se obtiene precisamente en el enclave de Gerri y que recibe el nombre de la zona donde está el manantial y las salinas.
El entorno
Gerri de la Sal pertenece al municipio de Baix Pallars y se sitúa al lado mismo del río Noguera Pallaresa. Además de visitar su núcleo, de origen medieval y donde anualmente se representa el Baile de la Morisca, una danza que se remonta a tiempos remotos —se cree que de la época de dominio musulmán—, a pocos minutos a pie se llega al monasterio de Santa María de Gerri, al cual se accede tras cruzar el puente románico. Desde Gerri pueden hacerse todo tipo de rutas para descubrir el entorno y sus encantos: Baen, Buseu, Enseu, Useu, las Masías de Enjaume, Peramea (con la interesante vila amurallada de estructura medieval y su Olmo monumental en la plaza, población que fue declarada Bien Cultural de Interés Nacional en 1985 por su gran valor histórico), Montornès y su lago, el Barranco de Balestui, el Barranco de Romaio… o el Espacio Natural Protegido de Collegats-Queralt.