Un artista polifacético con taller de arte en Bescaran
Nacido en el año 1954 en Perpinyà, Philippe Lavaill domina numerosas artes. Formado desde muy joven en el taller de joyería, arte y fundición de su padre Georges Lavaill, Maître Joaillier, Commandeur des Arts et des Lettres, fue adquiriendo con el paso del tiempo una personalidad propia, muy marcada por sus colaboraciones con escultores y artistas de renombre.
Así, más allá de los estudios de arte que Lavaill realizó a partir de 1970 en la Escuela Massana y en la Escuela de la Llotja, Instituto y Centro de Arte y Diseño de Barcelona, de los siete años de vínculo con el escultor Apel·les Fenosa, en el Vendrell, aprendió nuevas técnicas —junto a él creó pequeños formatos, esculturas de grandes dimensiones y monumentos. Por otra parte, la colaboración con Salvador Dalí entre finales de la década de 1970 y principios de la de 1980, durante un total de siete años, en Cadaqués y Barcelona, resultó en la creación escultórica de la línea de joyería del genio del surrealismo, de la cual obtuvo numerosos reconocimientos, sobre todo en París.
Lavaill y el pirineísmo
“Artista completo”, como le han llamado por la iniciativa y el atrevimiento artísticos que le hacen único, Philippe Lavaill es un fuerte defensor de la reivindicación del Pirineo asociada al arte, la cultura y la historia. Denomina a este concepto pirineísmo que, según él, es necesario reivindicar para que los pueblos de este territorio recuerden y proclamen sus orígenes, “y para reafirmar los valores, las tradiciones y las costumbres que los hacen únicos y que definen su presente y futuro”.
Muestra de su estrecho vínculo con este territorio, Lavaill tiene su taller en la pequeña localidad de Bescaran, situada a 1.360 m de altitud, donde trabaja inspirándose en la naturaleza, un hecho que se ve reflejado en sus obras, con numerosas referencias al entorno y al mundo animal (ha creado una serie con el título Animalia y los caballos son un tema recurrente en su obra). “Me interesa la protohistoria,* la tracción de sangre, equus y bestiarios fantásticos del Pirineo.”
Asegura que la vida a esa altura y rodeado de naturaleza ha marcado sus manifestaciones artísticas. “Me ha dado distancia, perspectiva y un espacio de reflexión. También me ha llevado a los orígenes y a la esencia.”
*La protohistoria es el periodo de transición entre la prehistoria y la historia de la que no se dispone de testimonios escritos, pero sí algunas referencias en tradiciones orales.En lo que respecta a Europa, la protohistoria designa un periodo que empieza en el II milenio a. C. y se extiende hasta la generalización de la utilización del hierro, en el 700 a. C.
Firme defensor de la reivindicación del Pirineo asociada al arte, la cultura y la historia, en Bescaran Philippe Lavaill tiene su taller, donde trabaja inspirándose en la naturaleza, el entorno y el mundo animal.
La plasmación de principios y valores clásicos y tradicionales también le caracterizan, con creaciones de pequeño y medio formato, conjuntos y murales escultóricos, y obras de gran formato en hierro, hierro colado, bronce, acero inoxidable, fibra óptica y vidrio, joyas escultóricas de aluminio… “Como escultor me gusta dialogar con la materia, principalmente con los metales, cosa que me permite una gran libertad de expresión mediante el desafío de la gravedad”, nos comenta. “Con el hierro interactúan el barro refractario, el óxido de hierro, las pizarras, el óxido de cobre, granates encastrados, metales preciosos… Experimento en función de los nuevos retos que me dicta la obra.”
“Utilizo la neofiguración como un lenguaje común para comunicar un relato, una sensación, una visión. Hay una faceta dentro de mi trabajo que ilustra conceptos del pirineísmo a través de mitos fundadores y alegorías transpirenaicas.”
Obras (y figuras) trascendentes
La obra de Philippe Lavaill también refleja la relación con sus grandes referentes. “Me gusta enseñar los valores de mis maestros, transmitirlos”. Así, habla del vínculo con personajes como Apel·les Fenosa y Salvador Dalí: “Parecen diametralmente opuestos, pero tienen un rasgo común: la sinceridad y la autenticidad. La trascendencia de su pensamiento metafísico, patafísico,* son de un gran valor y nos enriquecen constantemente. Sus múltiples expresiones son enriquecidas por nuevas revelaciones que nos aportan luz. Me han enriquecido por su manera de ser: Dalí era inquieto, y Fenosa, esencialista.”
* La patafísica es un movimiento cultural francés de la segunda mitad del siglo XX vinculado al surrealismo.
Esta riqueza impregna las creaciones de Lavaill: “Todos los monumentos y trabajos cubren facetas de mí y se complementan: Epona, en Bolvir; La poesía como un vuelo de golondrina, en Bellver de Cerdanya; Monumento a Joan Brudieu, en la Seu d’Urgell; la Dama de Hielo, en Escaldes-Engordany (Andorra)…, hasta su último, Pax Arborum (la paz del árbol), en el Vendrell, Capital de la Cultura Catalana 2020.”
“Hay una faceta dentro de mi trabajo que ilustra conceptos del pirineísmo a través de mitos fundadores y alegorías transpirenaicas.”
Reconocimiento y presencia alrededor del mundo
Su dominio de los metales y de otros muchos materiales —Lavaill ha trabajado incluso el hielo, y durante 10 años fue nombrado Capitán, en representación del Equipo Nacional de Catalunya y España para el Simposio Anual de Esculturas de Hielo de Quebec, en Canadá— hacen de él un artista único y uno de sus rasgos más singulares. Por este dominio, así como por la gran riqueza de los detalles y la expresividad, sus obras han sido mundialmente reconocidas. Philippe Lavaill ha expuesto por todo el mundo y cuenta con obras permanentes en numerosos países. Su trayectoria le ha llevado, desde la Seu d’Urgell, Barcelona, Maçanet de la Selva… hasta el Principado de Andorra, París, Lausana, Nueva York, Quebec o Tokio. Estas, y muchas otras destinaciones, han conocido su arte.
Aunque de su obra destaca especialmente la escultura en metal, como artista ha realizado cuadros metálicos, tótems, joyas, performances, conciertos de metal, talleres de gigantes y cabezudos; ha ilustrado libros y compendios de poesía; ha escrito en este último género literario…, y ha sido premiado en numerosas ocasiones.
En Catalunya, en 2019, la localidad de Almacelles, en el Segrià, acogió la exposición de esculturas de Lavaill “Arquitecturas íntimas”. El cuaderno de la muestra recogía, precisamente, una de las poesías del autor.
La poesia com a gemma de l’esperit
Modelar emocions;
A tocar de dits, els somnis.
Donar forma als sentiments.
Vet aquí el destí de l’escultura.
Car, en confrontar-se físicament a l’objecte,
Es transforma la bellesa en realitat.
És l’art del diàleg amb la matèria i l’essència.
Philippe Lavaill
(La poesía como gema del espíritu: Modelar emociones; a tocar de los dedos, los sueños. Dar forma a los sentimientos. He aquí el destino de la escultura. Puesto que, al confrontarse físicamente al objeto, se transforma la belleza en realidad. Es el arte del diálogo con la materia y la esencia.)
El Arte dinamizador
Descubrir las obras y esculturas de Philippe Lavaill va más allá de visitar salas de exposiciones. De este modo, en el Pirineo transfronterizo puede recorrerse, por ejemplo, la ruta del río Segre, para conocer las esculturas que hay instaladas en diversas poblaciones. Puede visitarse asimismo el museo al aire libre situado en Font-Romeu, en el que también hay obras de otros escultores catalanes de montaña como Ernest Altés, o bien desplazarse hasta Bescaran, donde se organizan visitas concertadas al campo de escultura a cielo abierto que hay en la localidad.
Las creaciones de Lavaill permiten conocer, en estos y muchos otros emplazamientos, un entorno rico en patrimonio, cultura, historia y tradiciones. Y es que el artista reivindica el papel del arte como dinamizador del territorio y divulgador de la cultura de un país: “El arte es el termómetro de la sociedad: ilustra sus grados de inquietud, la voluntad de reivindicar lo que es genuino y propio, para compartirlo.”
De nuevo, en este sentido, pone en valor el pirineísmo: “La estatuaria pirenaica ha sido lamentablemente olvidada, abandonada y se han perdido oficios de arte. Hemos de ennoblecer el territorio. Como decía Dalí, ‘para ser globales, hemos de trabajar ultralocalmente’, y recordando a Fenosa, ‘hemos de hacer cosas que digan ¡buenos días!’.”
El artista reivindica el papel del arte como dinamizador del territorio y divulgador de la cultura de un país. En este sentido, muchas de sus obras se exponen al aire libre, por todo el Pirineu transfronterizo.
Philippe Lavaill
Un artista polifacético con taller de arte en Bescaran
Can Blasi, s/n
25719 Bescaran (Lleida)
+34 649 015 614
www.lavaill.multiespaciosweb.com
philippe_lavaill@hotmail.com
Persona de contacto: Philippe Lavaill