Cosmética Natural de Lavanda y mucho más
Fue en el año 2006 cuando Joan —según explica en la página web de Cal Margarit— se interesó por la posibilidad de desarrollar un proyecto agrícola ecológico con garantías en Montan de Tost, a 1.136 metros de altitud, porque quería mejorar el rendimiento de una explotación dedicada a la trufa y hacerlo compatible con la actividad ganadera. En Francia, visitó diversas explotaciones de tomillo, lavanda, espliego, romero…, y en poco tiempo se sumergió en el mundo de las plantas aromáticas y medicinales (PAM). Así, de la necesidad de reintroducir un pequeño rebaño de ovejas de raza Xisqueta, de mantener cultivos tradicionales como la patata, los cereales y el forraje y añadir algunos otros nuevos como la lavanda, y de empezar a producir productos cosméticos y de higiene naturales a base de aceite esencial obtenido por destilación, nació Cal Margarit.
«Cal Margarit es un proyecto familiar —nos explica Joan—. Su esencia ha sido siempre poder vivir del campo en una pequeña zona rural de montaña como es Montan de Tost. Empezamos con la plantación de árboles truferos, pero como se tarda unos diez años en obtener algún rendimiento económico, necesitábamos encontrar un cultivo que fuera compatible con el micelio de la trufa y que se adaptara a las condiciones edafoclimáticas en las que nos encontramos. Así, pensamos en las plantas aromáticas, que podían sernos útiles para la cosmética natural. De todas las pruebas que realizamos, la lavanda fue la planta que mejor se adaptó a la altitud y a los inviernos.»
Actualmente producen productos aromáticos, de cosmética y de higiene natural de lavanda de cultivo ecológico (geles tónicos, cremas hidratantes de cara y corporales, champú y geles de baño, colonias, saquitos de flores, cojines térmicos…) y aceite esencial ecológico de lavanda (que también se vende a granel), con certificado ecológico CCPAE. Pero también patatas (disponibles desde el 15 de noviembre al 15 de marzo) de diversas variedades —del bufet blanca, del bufet morada, blanca Kennebec y roja Red Pontiac—, trufas negras frescas de invierno (Tubermelanosporum vitt.) recolectadas de noviembre a marzo, y hasta cerveza Lager aromatizada con espliego y malta de centeno de sus propios cultivos.
«Cal Margarit es un proyecto familiar. Su esencia ha sido siempre poder vivir del campo en una pequeña zona rural de montaña como es Montan de Tost.»
Vivir del campo en la montaña
Desde pequeños, Joan y Meritxell han crecido rodeados de la Sierra del Cadí y los Pirineos, pero en sus valles. El vínculo con la montaña ha estado presente a lo largo de toda su vida así como en su trayectoria profesional. Joan, mientras estudiaba en Barcelona, ya tenía claro que quería vivir allí, de manera que orientó sus estudios (Ingeniería Técnica Agrícola y Máster en Agricultura Ecológica) para poder vivir del campo en una zona de montaña. Meritxell es bióloga y profesora. Siempre le ha gustado la montaña y la relación con los animales, las plantas del entorno y la educación ambiental, así que actualmente compagina ambos trabajos.

Explican, de su relación con Montan de Tost, que por parte de madre tienen casa en el pueblo y que toda la vida pasaron allí fines de semana y vacaciones. Ahora, los terrenos de Cal Margarit son de alquiler. «Nos gusta estar en Montan de Tost por la sensación de estar aquí arriba. Tenemos muy buenas vistas de los valles que nos rodean.» Explican que el único inconveniente que ven es la distancia, equivalente a 30 minutos de coche, que les supone llegar hasta servicios esenciales: «en el pueblo no hay tiendas, ni bancos, ni 3G o cobertura telefónica… Todo esto también hace que vivir aquí sea muy distinto a vivir en una ciudad, algo que nos gusta, ¡ya que tiene un punto aventurero!».
Llevan impregnada la pasión por el mundo de las plantas aromáticas y medicinales: «desde pequeños, en casa, nos han explicado los diferentes usos de las plantas medicinales, y por esta razón lo llevamos muy adentro. Además, estamos muy cerca del valle de la Vansa y Tuixén, históricamente conocido por las tradiciones remeieras a base de plantas aromáticas y medicinales». Cal Margarit es pues el resultado de este vínculo.
Llevan impregnada la pasión por el mundo de las plantas aromáticas y medicinales desde pequeños, cuando en casa ya les explicaban sus usos.
De los inicios a las 60.000 plantas de espliego
Inicialmente, en Cal Margarit probaron cultivar cinco variedades de plantas aromáticas diferentes (romero, tomillo, salvia y dos tipos de lavanda) para valorar su adaptación a las condiciones edafoclimáticas de la zona y también las posibilidades de sus respectivas esencias en el mundo de la perfumería. Finalmente, escogieron el espliego y la salvia para iniciar la producción. Empezaron con 100 plantas de espliego y actualmente tienen… ¡más de 50.000 en una superficie total de 6 hectáreas!

«En Cal Margarit trabajamos para la calidad de las esencias de las plantas, no para la cantidad, y por el respeto hacia el medio ambiente y la naturaleza.» Cultivan ecológicamente —sobre todo espliego, pero también salvia—, y reconocen que la situación de la finca y el entorno determina los principios activos de estas plantas. «El hecho de estar situados a casi 1.200 metros de altitud hace que el aroma de los aceites esenciales sea más intenso y el clima de la zona nos ayuda a conseguir una calidad medicinal muy alta.»
Para extraer el aceite esencial del espliego utilizan el método tradicional de la destilación por arrastre de vapor de agua durante unos 45 minutos (previamente, la cosecha se deja secar en el campo durante uno o dos días para que pierda la humedad, hecho que garantiza la calidad del aceite que se obtiene). Los productos finales son el agua o hidrolatos de espliego y el aceite esencial que, por la diferencia de densidades, flota sobre el agua.
Para la elaboración de los productos de cosmética natural, en Les Feixes de Cal Margarit prescinden de colorantes o perfumes sintéticos y parabenos, así como de organismos genéticamente modificados. Tampoco hacen ensayos en animales ni utilizan ingredientes de origen animal (con la excepción de aquellos que proceden de las abejas como el propóleo y la miel), y utilizan procesos de elaboración artesanales y sostenibles. El objetivo es garantizar que las propiedades del producto final sean las óptimas que proporcionan las plantas con las que se trabaja.
Para conseguir 1 kg de aceite esencial 100% puro, natural y ecológico se necesitan aproximadamente 100 kg de material semiseco de la planta.
Esencialmente terapéuticos
El trabajo en Cal Margarit implica entender los ciclos de la naturaleza. «Nos adaptamos mucho a las estaciones y a las horas de luz, así como a los ciclos de vida de los diferentes animales que tenemos, sobre todo al de las ovejas. Por ejemplo, un día de primavera-verano tocaría cosecha de cereales y espliego, sembrar patatas y atender las visitas. En cambio, en el otoño-invierno estamos muy pendientes del ganado, la cosecha y la venta de trumfos (patatas) y trufas. Y nos preparamos para la campaña de Navidad y para comercializar gran parte de la cosmética.»

Para trabajar disponen de bastante maquinaria agrícola que les facilita el trabajo. En el día a día, Joan acostumbra a hacer el trabajo prácticamente solo, aunque desde hace unos cuantos años, Meritxell se encarga de los animales. De manera puntual (cuando toca recoger las patatas, hacer una nueva plantación…) les ayudan más personas. De las propiedades y la calidad de los productos que elaboran a 1.200 metros de altitud destacan, principalmente, «su efecto relajante, ideal para el estilo de vida de nuestra sociedad actual. Por eso nuestros productos de cosmética son también terapéuticos, y en algunos casos alivian muchos problemas de la piel (psoriasis, dermatitis, acné…)».
En lo que respecta a la producción de patatas, trufas y hasta cerveza artesana, dicen que uno de los puntales de Cal Margarit es que trabajan con laboratorios y obradores artesanales para llegar a elaborarlo todo. «Las patatas —trumfos— y las trufas son de montaña y tienen unas características organolépticas muy valoradas tanto por los restaurantes como por los clientes particulares. Por lo que se refiere a la cerveza, su rasgo principal es el aroma fresco y floral del espliego, y el cuerpo que le confiere el centeno.»
Forman parte de un amplio tejido asociativo: pertenecen a la asociación Menja’t l’Alt Urgell y son socios de l’AFRAC, la Asociación de Fomento de la Raza Asnal Catalana, dedicada a la cria y conservación del burro catalán; de la ACOXI, la Asociación Catalana de Criadores de Ovino de Raza Xisqueta, y de la Asociación Life de Productores de Setas y Trufas de Cataluña.
«Trabajamos para la calidad de las esencias de las plantas, y por el respeto hacia el medio ambiente y la naturaleza. La altura hace que el aroma de nuestros aceites esenciales sea más intenso, y el clima de la zona nos ayuda a conseguir una calidad medicinal muy alta.»
Visitas y talleres
Durante todo el año, en Cal Margarit organizan visitas guiadas a la finca para mostrar sus instalaciones, los diferentes cultivos (lavanda, patatas, cereales…) y cómo es la vida de los animales (gallinas, ocas, burros catalanes y ovejas Xisqueta) con los que conviven. Del 15 de julio al 15 de agosto, momento en el que la lavanda se encuentra en plena fase de floración, se puede pasear entre los campos, se puede ver cómo se realiza el proceso de destilación…, y en julio y agosto llevan a cabo previa demanda, y en grupos de mínimo 8-10 personas, talleres de destilación de lavanda en alambique, de fabricación de jabón y ¡de diseño de ramilletes de lavanda!

«La gente que viene a visitarnos, tanto niños como adultos —explica Joan—, se lleva una experiencia única al conocer de primera mano todos los procesos ligados a la obtención de aceites esenciales para la elaboración de cosmética. Además, también explicamos y pueden ver el resto de cultivos y animales de granja, y les explicamos que todo está relacionado y todo tiene una función agroecológica. Todo ello, mientras disfrutan del paisaje y de unas magníficas vistas. La mayoría de las personas que vienen repiten la visita con otros amigos o familiares; les encanta compartir la experiencia y ¡comprar algún producto en nuestra pequeña tienda!»
Pertenecen a la asociación Menja’t l’Alt Urgell y son socios de la Asociación de Fomento de la Raza Asnal Catalana, de la Asociación Catalana de Criadores de Ovino de Raza Xisqueta y de la Asociación Life de Productores de Setas y Trufas de Cataluña.

En Cal Margarit defienden el consumo responsable y de proximidad, «dando valor a los productos de km 0 y que respetan el medio ambiente. Del mismo modo, también creemos en un turismo responsable y con un mínimo impacto en la naturaleza». Desde este punto de vista, consideran asimismo, que su proyecto contribuye a la promoción de la tradición remeiera vinculada a las hierbas aromáticas y medicinales y al fomento de ese otro tipo de consumo y turismo. «Creemos que todas las plantas aromáticas tienen alguna o diversas propiedades medicinales y nos gustaría que no se perdiera esta cultura del conocimiento y el uso de estas plantas remeieres. Por lo que respecta a los productos que elaboramos, los consumidores han de saber que, con la adquisición de productos cosméticos de Cal Margarit, ayudan a que nuestro proyecto salga adelante. Tienen entre las manos un producto que ha sido creado, de principio a fin, pensando en el bienestar del entorno y en una agricultura sostenible. Los consumidores consiguen un producto cosmético de una calidad muy alta, tanto desde el punto de vista dermatológico como terapéutico.»
«Defendemos el consumo responsable y de proximidad, dando valor a los productos de km 0 y que respetan el medio ambiente. Del mismo modo, también creemos en un turismo responsable y con un mínimo impacto en la naturaleza.»
Cómo consumir la esencia de Cal Margarit
Su productos pueden conseguirse visitándolos, mediante la página web (www.feixescalmargarit.com) y en tiendas distribuidas por Cataluña y España (en Burgos y en Santiago de Compostela, por ejemplo). Participan asimismo en distintas ferias, como la Fira de les Trementinaires de Tuixén («nuestra primera feria y a la que llevamos más tiempo asistiendo»), Biocultura Barcelona y Madrid, Natura Málaga y Bioterra (Irún), además de las ferias de Navidad que tienen lugar durante los fines de semana del mes de diciembre, entre otras. En el ámbito internacional, han participado en Vivaness (Nuremberg) varios años, en Natural Products (en Londres y Malmö) y en Organic Food Iberia. «Gracias a estas ferias, nuestro aceite esencial se utiliza a escala internacional en algunas marcas o formulaciones cosméticas.»

Hablan del presente y el futuro del proyecto: «trabajar la tierra no es nunca a corto plazo, y eso es algo que ha de tenerse siempre en cuenta. Colaboramos con distintas plantaciones de lavanda de Cataluña, asesorando, segando y destilando, como por ejemplo, Mas Sampera, Aromes Rosselló y la Masia Brugarolas. También hacemos private label, colaborando con otras empresas del sector cosmético». Son creadores imparables, y trabajan constantemente para desarrollar nuevos productos. «Siempre tenemos alguno en mente y hacemos ensayos constantemente. Estamos trabajando actualmente en un ambientador de lavanda y en un acondicionador de cabello, pero queremos hacer otras muchas cosas.» Seguro que lo consiguen.
Cal Margarit
Cosmética Natural de Lavanda y mucho más
Lavender Cal Margarit
Montan de Tost, Finca La Bassa, s/n
25795 Ribera d’Urgellet (Alt Urgell)
Tel.: +34 650 54 33 51
https://feixescalmargarit.com
info@feixescalmargarit.com
Personas de contacto: Joan Cerdanya y Meritxell Camps