Confeccionando artesanalmente la moda del siglo XVIII, desde el Pirineo
Hasta hace unos meses, la decena de habitantes de Beranui, en el Pallars Jussà, estaba acostumbrada a ver cómo Caroline Koriche paseaba por el pequeño pueblo y el entorno con un atuendo muy especial. Lucía sus propias creaciones: vestidos y complementos propios de la moda del siglo XVIII que creaba artesanalmente desde el taller ubicado en su casa. Hoy, ha trasladado su Atelier Serraspina y su hogar hasta La Plana de Mont-ros, también en la Vall Fosca, para trabajar desde —¡la vida está llena de casualidades!— el local del antiguo sastre del pueblo. La localidad ha acogido con cariño a esta creadora, apasionada por la costura y la recreación, en forma de vestidos, de una época pasada.
Concienciación y cambios
Al contrario de lo que pueda parecer, Caroline, el alma del Atelier Serraspina, no empezó a coser hasta los 23-25 años. Cuenta que aprendió de Pilar, la madre del entonces su marido, Rafa. La pareja quería estrenar su casa en Beranui, pero deseaba mejorar su estado y aspecto. Fue entonces cuando Pilar, bordadora profesional, se ofreció a enseñarle todo lo que sabía de su oficio (y también sobre el arte de cocinar). De este modo, Caroline aprendió a coser, poner una cremallera… para decorar su hogar con cortinas y otros detalles.
Ya en el año 2018 y fruto de su interés por el movimiento del decrecimiento y preocupada por el aumento del uso de la ropa one shot, sus consecuencias para el planeta y el futuro de la industria textil, decidió empezar a crear su propia ropa, con tejidos y costura de calidad. Todo ello, sumado a su pasión por la historia y la inquietud por dar vida a aquellas prendas que le fascinaban y que no hallaba en las tiendas —ropa de estilo victoriano, que cubriera buena parte del cuerpo—, hizo que Caroline se pusiera manos a la obra para diseñar y dar forma a distintas piezas artesanalmente. Lo hacía para sí misma, con creatividad y entusiasmo, por el mero placer de poder hacer realidad una gran afición.
Fruto de su investigación y estudio acerca de la historia de la moda, halló en el vestuario propio de Europa occidental y América de los años 1760-1780 su fuente de inspiración. A través de Internet, descubrió a otras personas que analizaban distintas prendas de museo para obtener sus patrones. Adquirió algunos de ellos, se documentó a fondo a partir de las secciones dedicadas al textil y la indumentaria histórica de museos de renombre como el MeT de Nueva York, a través de antiguas revistas de moda y del análisis de cuadros y pinturas de la época, novelas, series… y decidió empezar a confeccionar su propia ropa con rigor histórico. “Se abrió ante mis ojos un mundo maravilloso”, nos cuenta.
Justo en la primera ola de la pandemia ocasionada por la COVID-19, Caroline empezó a colgar en las redes sociales y a modo de divertimento imágenes de sí misma llevando sus largos vestidos propios del siglo XVIII. Pronto le empezaron a llegar mensajes —la mayoría, de mujeres de Estados Unidos y Canadá, países en los que la recreación de vestuario histórico se emplea para conmemorar fechas y batallas— para saber si sus creaciones estaban a la venta. De ahí se planteó, ya a finales del año 2019 e inicios del 2020, el desarrollo del Atelier Serraspina, especializado en la confección personalizada de dicha ropa, y llegaron los primeros pedidos, con lo que decidió abrir una tienda en Etsy y crear su página web.
Hoy en día, su afición se ha transformado en profesión, reproduciendo fielmente las prendas más populares de la Europa occidental y América de los años 1760-1780, que también pueden vestirse combinadas con piezas más modernas. Sus principales clientes: canadienses y estadounidenses maravillados con el fruto de su trabajo artesanal, que la han dado a conocer gracias al boca a boca.
En el 2018, fruto de su interés por el movimiento del decrecimiento y preocupada por el aumento del uso de la ropa one shot, sus consecuencias para el planeta y el futuro de la industria textil, decidió empezar a crear su propia ropa, con tejidos y costura de calidad.
Una historia llena de cambios
Pero la historia de Caroline ha transcurrido entre más cambios. Nacida en París, Francia, llegó a Cataluña en el año 1992. Vivió en Barcelona, hasta que ella y su pareja, Rafa, en septiembre de 1992 decidieron trasladarse hasta la Vall Fosca, en el Pirineo catalán, para iniciar una nueva etapa. Se instalaron entonces en Beranui, en la citada casa en ruinas que con el tiempo fueron arreglando, y en la que más tarde instalaría su taller. Indica que “por aquel entonces todo era muy distinto. Éramos los primeros neorrurales en la zona. Yo, con mis 22-23 años, era profesora y urbanita, pero el territorio me fascinó”.
La fundadora del Atelier Serraspina cuenta que esta experiencia es un sueño hecho realidad, que le permite hacer que la historia reviva en el día a día cotidiano. Inspirada en el pasado, diseña y confecciona artesanalmente y por encargo trajes “de época atemporales” con tejidos de alta calidad que pueden llevarse con total comodidad y que, además, favorecen la figura. Y es que este es uno de sus objetivos: crear prendas que sean “socialmente aceptables y que puedan combinarse con otras más actuales, como unos tejanos”. En esta línea, las series históricas de las principales plataformas audiovisuales, como Outlander y Poldark, juegan a su favor, a fin de que un público más joven y urbanita se sienta atraído por otras formas de vestir.
A Caroline le gusta hacer las cosas bien. Y es que, como indica en su página web, “cada vestido histórico es el resultado de un proceso de maduración lenta y su producción tiene lugar en el Atelier: desde la labor de investigación en cuanto a los patrones y tejidos, o el diseño del vestuario, hasta la adquisición de materiales, pasando por pruebas y retoques”. Sus confecciones reflejan la moda de la época 1760-1780 y se realizan artesanalmente, desde el corte hasta el montaje y procesado de las piezas de tejido: buena parte del ensamblaje y la transformación se hace literalmente a mano, mientras que la parte de costura se realiza principalmente con la máquina de coser.
“Uno de mis objetivos es crear prendas que sean socialmente aceptables y que puedan combinarse con otras más actuales, como unos tejanos.”
La ropa se confecciona bajo pedido, de modo que Caroline no tiene existencias listas para su envío. Los tiempos de producción pueden variar entre 4 y 8 semanas, según el artículo y el flujo de encargos (se pueden llegar a dedicar 30 horas de costura según la prenda). En cualquier caso, siempre está ocupada, debido al gran volumen de encargos. “He reproducido vestidos a partir de alguna pintura, he adaptado mis diseños a vestidos de novia… y tengo el calendario lleno de propuestas de trabajo”, dice.
La ropa (un vestido puede valer entre 350 y 450 euros) suele estar confeccionada con fibras 100% naturales y ecológicas, y los tejidos de lino proceden de fabricantes de la Unión Europea que utilizan procesos de producción ecológicos. En este sentido, al reproducir normalmente piezas de vestir antiguas de campesinos y de la pequeña burguesía, precisa de lino, hilo y lana. El gran proveedor de hilo, de gran calidad, es Ucrania, mientras que la lana procede de ovejas escocesas, de Holanda… Pero reconoce que le gustaría, en poco tiempo, recurrir únicamente a productores autóctonos.
La ropa se confecciona bajo pedido. Los tiempos de producción pueden variar entre 4 y 8 semanas, según el artículo y el flujo de encargos (se pueden llegar a dedicar 30 horas de costura según la prenda).
Colecciones y prendas para todos los gustos
El catálogo que ofrece el Atelier Serraspina posee distintas colecciones de moda (Louise, Charlotte, Janet, Dorine…) en una amplia paleta de colores: elegantes vestidos de inspiración inglesa e italiana, mantones, faldas y enaguas plisadas, conjuntos con corpiños con cordones… En lino o tartán, todos los modelos están pensados para ofrecer múltiples combinaciones posibles. Además, se pueden encargar elementos de ropa interior, destinados a proteger el cuerpo y dar estructura a las prendas.
Caroline cuenta que, aunque los vestidos puedan parecer muy ajustados, disponen de un sistema interior de cuerdas con el que se pueden adaptar a cada persona y a los cambios que experimente su figura, y que corsés y vestidos, por ejemplo, llevan varillas para sujetar el pecho. Eso sí, reconoce que llevarlos es toda una experiencia, “pues por sus características ya implica, por ejemplo, un cambio de postura corporal”.
“Cada pieza refleja la moda de la época 1760-1780 y se realiza artesanalmente, desde la labor de investigación en cuanto a los patrones y tejidos, o el diseño del vestuario, hasta la adquisición de materiales, el corte, y el montaje y procesado de las piezas de tejido.”
Y es que todas sus colecciones se han creado sobre la base de un profundo estudio de la indumentaria de la época, para recrear con la máxima precisión dicha moda, teniendo en cuenta los tejidos y colores imperantes. La elección por parte de Caroline del periodo 1760-1780 se debe a que los cambios en cuanto a la forma de vestir en el siglo XVIII eran constantes, por lo que decidió centrarse en unas décadas de gran intensidad en cuanto a cambios históricos. Apasionada del vestido inglés, que, aunque seguía marcando las líneas femeninas, era menos apretado y más cómodo, Caroline insiste en cómo el vestuario habla de la realidad social, cultural y económica de la época.
También nos explica que, por el momento, se ha centrado únicamente en la moda femenina, aunque cada vez son más quienes le solicitan prendas para hombres, para las reconstrucciones históricas y de batallas. “En este caso, no obstante, y al tratarse de vestuario de soldados y otros, precisaría de otro tipo de ropa, tejidos y complementos.”
Caroline se apasiona cuando habla de la historia de la costura, de cómo, en el siglo XVIII, algunas mujeres vestían a muñecas con modelos inspirados en la moda parisina, para llevarlas a las costureras de modo que tuvieran una referencia a la hora de confeccionar sus vestidos.
Todas sus colecciones se han creado sobre la base de un profundo estudio de la indumentaria de la época, para recrear con la máxima precisión dicha moda, teniendo en cuenta los tejidos y colores imperantes.
El sueño de Caroline
El Atelier Serraspina —que puede visitarse si se desea— es, para Caroline, un sueño que se hace realidad a diario en La Plana de Mont-ros, donde ocupa el local de quien anteriormente fuera el sastre del pueblo. “Un sueño, eso sí, que ha requerido muchos esfuerzos, adquirir nuevas habilidades y competencias, y transformarlo todo en un proyecto con visión de negocio. Y ha sido un reto, porque han sido necesarios conocimientos sobre costura, mucha investigación…, pero lo he afrontado con pasión, porque soy una apasionada de la historia de Europa y me encanta coser.”
Nos cuenta que cuando ideó su plan de negocio estaba segura de que funcionaría, porque creía firmemente en él. “He batallado mucho y he pasado por momentos de dudas, pero hace ya más de dos años que el negocio prospera y funciona muy bien. Ya se me conoce en este círculo de costureras y me buscan por mi forma de trabajar. Ya me he hecho un nombre y lugar en este mundo y estoy supercontenta.”
Se muestra encantada de trabajar con la mesa del anterior sastre —el suyo es el segundo taller de la localidad— y de vivir entre montañas, y reconoce que el entorno ha marcado su trabajo. “En Barcelona no hubiera salido igual, estoy segura, debido al estrés, entre otros factores. El entorno me permite situarme en otra época y eso contribuye y ayuda a que los resultados sean mejores. Además, este proyecto enraíza, ya que es artesanía pura y dura.”
“El entorno me permite situarme en otra época y eso contribuye y ayuda a que los resultados sean mejores. Además, este proyecto enraíza, ya que es artesanía pura y dura.”
Transiciones y proyectos
Hoy en día, Caroline disfruta de su gran pasión y del entorno que le rodea, y asegura sentirse totalmente ligada al territorio. “Vivo la naturaleza y tengo un vínculo con ella, en un entorno, el de la Vall Fosca, que ha cambiado mucho desde que llegué, con la incorporación de Internet y el wifi (que me permiten dar a conocer mi trabajo desde este lugar), la recuperación de antiguos caminos… Creo que el territorio hace que evoluciones muchísimo y que adquieras tranquilidad. En mi caso, yo era una persona urbanita y estresada, y mi carácter se ha transformado. Ahora es más tranquilo, he aprendido a superar mis inseguridades, a aceptar, a creer más en mí misma. He adquirido más seguridad.”
“Cada día, al terminar mi trabajo en el taller —prosigue—, paseo entre una hora y hora y media con mis perros. Es, para mí, como una transición. Hago balance del día y la naturaleza me tranquiliza. La naturaleza te regenera y ayuda, te aporta ideas, y es maravilloso acogerlas con el cerebro calmado por ella.”
Gracias a esta simbiosis, proyecta su futuro vinculado al patrimonio propio del entorno que la ha acogido. “Mi sueño sería que todo lo que está vinculado al Atelier Serraspina se hiciera, al 100%, en el Pirineo, y contar también con productores locales. Además, me gustaría “hacer historia del Pirineo” con personas del Pirineo, explorar su pasado en cuanto al vestuario y la ropa que se utilizaba, descubrir las diferencias entre los distintos valles. Sería maravilloso, en este sentido, explorar las particularidades y los marcadores culturales e históricos del territorio para valorizar el pasado y aportarle un sentido museístico.”
“Me gustaría explorar el pasado del Pirineo en cuanto al vestuario, descubrir las diferencias entre los distintos valles para valorizar el pasado y aportarle un sentido museístico.”
Ya a punto de terminar la entrevista, Caroline desea contagiar su entusiasmo a todos quienes tengan una ilusión. “En mi caso, me planteé que ya, con 45 años, había trabajado para sobrevivir, de modo que me quedaban unos 20 años de vida laboral en los que deseaba hacer algo que me gustara. ¡Y lo he logrado! De modo que si una persona tiene una idea, un proyecto y cree en él, le aconsejo que se lance. Porque cuando trabajas en lo que te apasiona y en aquello en lo que te sientes realizado, eres más creativo, te sientes orgulloso de ti, satisfecho… y eso te hace cambiar a mejor. Hay que hacer realidad las ilusiones, los sueños.”
Atelier Serraspina
Casa Roca
Carrer Major, s/n
25510 La Plana de Mont-ros
(Pallars Jussà) Lérida
Tel. +34 973 29 12 74
https://atelier-serraspina.com
atelier.serraspina@gmail.com
Persona de contacto: Caroline Koriche