Objetos decorativos y obras de vidrio con alma, con metales y elementos naturales del territorio
En el año 2000, Ingrid Solé, nacida en Badalona, en la provincia de Barcelona, empezó a introducirse en el mundo del vidrio con los estudios de Restauración de Vidrieras Emplomadas en la Fundación del Vidrio de Barcelona, y más tarde estudió en la Escuela de Artes y Oficios Retaule, también en Barcelona. El dedicarse a esta profesión fue, según nos comenta, una cosa muy progresiva: «primero estudié Restauración de Vidrieras Emplomadas en la Fundación del Vidrio de Barcelona y, en los años siguientes, continué introduciéndome en las enseñanzas de distintas técnicas en otras escuelas».
En 2010 obtuvo el reconocimiento por parte del Gremio de Artesanos en la especialidad de vidriera, y algún tiempo después decidió compaginar su trabajo de entonces con Crear en Vidre, un pequeño taller que se había montado en una «habitación-zulo» —como ella misma explica— en Barcelona. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que en realidad lo que quería era intentar darle un giro a su vida, y poder vivir de su propio proyecto personal. Fue entonces cuando emprendió el camino hacia una nueva aventura que le condujo hasta el Ripollès.
De Barcelona a Molló
Ingrid llegó al Ripollès hace cosa de cuatro años, acompañada de su ex-pareja. «Al principio solamente veníamos de vez en cuando, pero a medida que iba pasando el tiempo, yo iba alargando las estancias aquí, hasta que mi mente hizo un clic. Poco a poco fui trasladando mis trastos y, finalmente, decidí instalarme aquí.»
Desde entonces, su taller se encuentra entre montañas, a las afueras de Molló, a 1.182 metros de altitud. Por ello, la naturaleza y el entorno, el territorio, han influido muchísimo en su vida, personalmente y profesionalmente, un hecho que también se refleja en su arte. «Creo que el hecho de estar aquí, y conectar con otro tipo de vida, muy lejos del ritmo frenético urbano, se impregna en las últimas piezas que estoy creando, con formas mucho más orgánicas, colores mucho más neutros… Y creo que todo ello va muy ligado al momento que estoy viviendo, en el que busco esta sensación de armonía, de paz. En el ámbito personal, todavía a día de hoy siento que el hecho de estar aquí es un aprendizaje vital, algunos días intenso, pero del cual no me arrepiento.»
Ingrid basa su trabajo en la creación de obras —ya sean objetos decorativos o complementos— hechas esencialmente de vidrio, pero que combina con otros materiales como elementos metálicos recuperados, piedras procedentes de diferentes calas del Empordà y ramas y otros tipos de madera procedentes, principalmente del Pirineo. Comenta que, en el momento de la decisión sobre qué utilizará para Crear, en realidad, lo que le llama más la atención no es el elemento en sí, sino lo que le transmite. «Las grietas de una preciosa e imperfecta rama, la piedra erosionada, el metal oxidado como símbolo de una romántica degradación…, cualquiera de estos elementos otorgan al objeto de vidrio un valor añadido que, para mí, es muy poético.»
«El hecho de estar en Molló, y conectar con otro tipo de vida, se impregna en las piezas que estoy creando, con formas mucho más orgánicas y colores mucho más neutros… Creo que todo ello va muy ligado al momento que estoy viviendo, en el que busco esa sensación de armonía, de paz.»
El arte del vidrio basado en el wabi-sabi japonés
El wabi-sabi japonés hace referencia a un tipo de estética característica de Japón que se singulariza por el hecho de mostrar unas obras con un acabado rústico. En este sentido, se trata de piezas que nunca son perfectas e incluso, a veces, están incompletas. Es precisamente eso lo que busca Ingrid, la belleza imperfecta en sus creaciones, a partir del juego que le da la oportunidad de combinar perforaciones, costuras, oxidaciones… con el arte del vidrio.
Sus obras, que también realiza por encargo, abarcan numerosos campos, y van desde piezas de carácter decorativo como jarrones, marcos de fotos, portavelas, esculturas o vidrieras, hasta objetos útiles para el día a día, como lámparas. Cabe reseñar que Ingrid también diseña y crea joyas artísticas como anillos, colgantes y broches, en los cuales el vidrio es el protagonista. Pero cuando más disfruta es «creando obras que no tienen una utilidad práctica».
Dice de ella misma que es una eterna buscadora de realidades oníricas. «Siempre sueño despierta. Me inspira observar lo que me rodea: la naturaleza, las personas, las emociones, los sueños…» En su caso, la transformación de una idea inicial en cualquiera de sus piezas «pasa por muchísimas horas y días de infinitos esbozos que me llevan a crear el dibujo base definitivo. Pero es después, cuando me adentro en el taller, cuando empiezo a dedicarle un espacio muy importante a dejarme llevar por lo que siento. Es el inicio del proceso de transformación que, muchas veces, queda lejos del proyecto inicial. Y después, al observar la pieza creada, es cuando presto atención a los pequeños detalles, que para mí están llenos de significados».
Ingrid busca la belleza imperfecta en sus creaciones, a partir del juego que le ofrece la oportunidad de combinar perforaciones, costuras, oxidaciones… con el arte del vidrio, inspirándose en el wabi-sabi japonés.
De la búsqueda de la belleza imperfecta, y el acabado del vidrio que se inspira en el wabi-sabi japonés, Ingrid comenta que, para ella, esta belleza vendría a ser «el amor por lo que es sencillo, con una historia. Siempre me ha emocionado la degradación de los materiales como símbolo del paso del tiempo, imaginando todo aquello que debe de haber pasado el elemento hasta llegar a aquel punto. Es como una metáfora de la vida…, de nuestras vidas». Explica que no hay un objetivo final a la hora de mostrarla, sino simplemente mostrar aquello que personalmente le conmueve: «Siempre me han enamorado las personas y los objetos con pasado, con pequeñas fracturas que les hacen especiales.»
Eterna buscadora de realidades oníricas, dice que siempre sueña despierta. «Me inspira observar lo que me rodea: la naturaleza, las personas, las emociones, los sueños…»
La divulgación del arte en vidrio
El proyecto Art en Vidre no se limita exclusivamente a la creación de piezas de arte de todo tipo. Tiene asimismo una vertiente educativa muy importante, ya que Ingrid pretende divulgar cómo se trabaja el vidrio y sus distintas composiciones. Por este motivo, imparte clases on line mediante las cuales, desde casa, cualquiera puede iniciarse en este arte. También organiza talleres intensivos y seminarios tanto para principiantes como para quien desee perfeccionar la técnica. Estos seminarios tienen lugar en Barcelona, Molló, Olot así como en talleres itinerantes que promueve por toda Cataluña.
«Para mí, la faceta educativa tiene una connotación super-romántica, ya que me permite difundir un oficio bastante desconocido para mucha gente. En el caso de las clases que doy semanalmente, creamos vínculos que van más allá de la propia materia. Son espacios en los que compartimos, creamos, nos expresamos…; ¡la verdad es que es preciosamente terapéutico!»
Además de las clases regulares, imparte experiencias de tres horas, intensivos en los que aprender a hacer, por ejemplo, una lámpara, así como otros muchos cursos. «Los Tallers de Vidre ambulantes son la parte que me mantiene en contacto con la buscadora, la viajera… Me permiten conocer otros territorios, personas y sus tradiciones.» Valora muy positivamente la respuesta que recibe de las personas a las que forma, ya sean adultos o niños: «Gusta muchísimo, siempre, la experiencia de conocer nuestro oficio y convertirse en vidriero/a por un día. Y a los alumnos más jóvenes les encanta adentrarse en el mundo del Taller.»
El proyecto Art en Vidre tiene asimismo una vertiente educativa muy importante, ya que Ingrid pretende divulgar cómo se trabaja el vidrio y sus distintas composiciones. Organiza clases on line, talleres intensivos, seminarios tanto para principiantes como para quien desee perfeccionar la técnica.
Otra opción para aprender consiste en ir al taller de Ingrid, en Molló, en pleno Pirineo, a hacer un retiro artístico, en el cual, a través del aprendizaje del arte del vidrio se puede conectar artísticamente con la naturaleza en un ambiente relajado. Estos retiros se pueden realizar en familia, con amigos… «Representan un Compartir, un Re-conectar con nosotros mismos y un Crear a nuestro Ritmo, dedicando un espacio muy importante a la inspiración a través de la Naturaleza y su observación.» Finalmente, Art en Vidre impulsa un proyecto de enseñanza para las escuelas, a través del cual los más pequeños descubren el oficio de trabajar el vidrio e incluso podrán idear sus propias creaciones.
El arte del vidrio es sin duda una forma de expresión artística, y por este motivo Ingrid ha participado en diversas exposiciones dedicadas al mismo (o las ha organizado), como la Biennale des Verriers de Carmaux, el Salon des Artisans Créateurs de Lodève y el Festival du Verre de Palau del Vidre (Francia).
Ideas de futuro
Las obras y las piezas que crea, su arte, se pueden conocer, descubrir y adquirir en su web, www.artenvidre.cat. «¡Solo hace falta que me enviéis un correo electrónico o un mensaje de Whatsapp y digáis lo que os gusta!» Ingrid tiene conexión con otros artesanos de la comarca del Ripollès: «poco a poco hemos ido coincidiendo, aunque de momento no existe ninguna asociación de artesanos».
Para terminar, nos explica qué proyectos tiene de cara al futuro: «Tengo algunas ideas que me rondan por la cabeza, pero la verdad es que el día a día en ocasiones no me deja centrarme y ponerme a ello. Una de ellas sería volver a exponer aquí en mi tierra, en Cataluña, algo que me haría mucha ilusión.»
Art en Vidre
17868 Molló
Ripollès
Gerona
Teléfono: +34 650420826