En el valle de Benasque, en la Ribagorza, las vacas siempre han formado parte del paisaje. Las de Pablo y Santiago Lamora, ganaderos de familia y de corazón, pastan en calma, libres y sanas, señoras de los prados, de los arroyos y de la montaña, en un paraíso natural. Ambos se criaron jugando entre estos animales y ayudando al padre a cuidarlos, a cortar la hierba, a ordeñar y, aunque al crecer decidieron emprender otras carreras –Santiago es ingeniero informático y Pablo estudió arquitectura técnica–, finalmente han decidido ser ganaderos como aprendieron de sus antepasados. Así, en 2007, “cuando nuestro padre nos dejó, decidimos retomar la empresa familiar y contribuir con nuestro día a día a mantener vivos los saberes de la ganadería de montaña”.

Explican que son ganaderos porque quieren “brindar su apoyo a una forma respetuosa de producción de alimentos”. Como muchas otras personas a quienes les preocupa el medio ambiente y la salud, siempre se han cuestionado de dónde provienen los alimentos que consumen –especialmente la carne–: qué calidad tiene, qué comen los animales, en qué condiciones viven… y, en definitiva, han reflexionado sobre el modelo de producción alimentaria. “Desde casa Chirón de Villanova, nuestra familia se ha dedicado durante generaciones a la ganadería tradicional de montaña y hemos decidido continuar sus pasos, con Ternera del Pirineo, un proyecto con el que contribuimos a preservar una cultura milenaria que respeta la naturaleza y la economía local”.
La calidad de la carne de sus vacas, el corte artesanal –la ternera se despieza en una pequeña carnicería de Benasque–… permiten saborear la diferencia. Chuletas, entrecot, filete, churrasco, dados para el estofado…, para degustarlos solamente hay que elegir y encargar directamente el lote o el pedido a través de la página web, y cocinar y disfrutar sin límites.
Enraizamiento y privilegio
Santiago y Pablo, con formas de hacer diferentes, comparten la responsabilidad de llevar adelante Ternera del Pirineo. Santiago cuenta que es una persona metódica: “me encanta la planificación, los números y bajar a tierra las ideas, dándoles forma y definiendo los detalles y los pasos a seguir para que se materialicen. Con una mirada analítica, me fijo en los pequeños detalles que se pueden mejorar y aprovecho mi formación en ingeniería para desarrollar herramientas que ayuden a gestionar el día a día del proyecto”. Pablo, por su parte, dice que le apasionan “la innovación y la experimentación, la naturaleza y aprovechar los recursos naturales del entorno. Veo en la ganadería extensiva una oportunidad para generar economía de forma sostenible e integrada”.

Ambos han elegido establecer su vida en Villanova, con un fuerte vínculo con la naturaleza y el territorio que tiene su origen ya en la infancia. Pablo explica que crecieron “rodeados de esta maravilla de entorno. Cuando éramos pequeños corríamos por el bosque como liebres, construíamos nuestras cabañas y recogíamos todo tipo de frutos y setas del bosque. Más tarde, fuimos a estudiar a la ciudad y fue en ese momento cuando nos dimos cuenta de que, fuera del Pirineo, la naturaleza no estaba tan bien conservada. Eso nos hizo valorar mucho más lo que teníamos aquí, y comprendimos lo importante que es mantener vivo el oficio de nuestro padre y nuestros antepasados, hecho que además nos permitiría vivir en armonía con este maravilloso tesoro natural”.
Cada mañana, al salir de casa, agradecen “el privilegio de vivir en un lugar como este. Poder compartir esto con nuestros hijos es un honor”. Y es que la simbiosis con la naturaleza que han desarrollado marca su día a día: “cuando alguien crece aquí desarrolla un enraizamiento que perdura toda la vida. Puedes irte, pero este entorno siempre estará en tu pensamiento”. Por eso, cuando les preguntamos en qué animal se convertirían si les fuera posible hacerlo, ambos coinciden en cuanto a la cohesión con el territorio. Santiago dice que se transformaría “en un quebrantahuesos, un ave muy característica de las zonas de montaña a quien le gustan las zonas escarpadas, los barrancos o los acantilados para vivir. Me gusta la idea de imaginarme sobrevolando los valles, las montañas, los ríos… La calma y la tranquilidad de contemplar el mundo desde las alturas”. Pablo también querría alzar el vuelo: “me gustaría ser un águila o un halcón; poder volar por encima de los picos, planear por encima de las crestas y detenerme en lo alto de un árbol gigante”.


La simbiosis con la naturaleza que han desarrollado marca su día a día: “cuando alguien crece aquí desarrolla un enraizamiento que perdura toda la vida. Puedes irte, pero este entorno siempre estará en tu pensamiento”.
Tradición e innovación: una alianza más que posible
La propuesta de Ternera del Pirineo combina la experiencia de la ganadería tradicional con la innovación que aporta la tecnología para poder recibir cómodamente sus productos en casa. Pablo y Santiago comentan que su padre “siempre decía que la venta directa, sin intermediarios, era el único modo de mantener la ganadería de montaña. ¡Y tenía razón!”. Pero lo que seguramente no imaginaba era que sus hijos harían posible esa opción a través de Internet. “Para él, la venta directa era lo que hacía todos los días, cuando los vecinos se acercaban a nuestra casa y él les llenaba las lecheras con la leche recién ordeñada, o cuando vendía directamente la ternera a quien quería una carne de calidad. Hoy, nosotros vendemos en nuestra web a clientes que buscan lo mismo que buscaban otros hace 20 años acercándose hasta nuestra casa: una carne auténtica y sabrosa, criada en la montaña. Y lo hacemos desde casa Chirón, con más de 100 años de dedicación a la ganadería tradicional.”
La idea de crear la iniciativa ya había surgido, varias veces y de forma informal, durante las comidas familiares. “Lo habíamos comentado muchas veces, pero fue en 2020, en plena crisis de la COVID, cuando se desplomaron los precios de la carne (toda la hostelería estaba cerrada y no había demanda) y vimos que había llegado el momento.” Como Pablo ya había hecho venta directa de forma artesanal a amigos y familiares, y Santiago estaba familiarizado con el mundo digital, decidieron unir ambas cosas con el objetivo de salvar la ganadería de montaña. “Estuvimos semanas investigando, hablando con gente del valle que podía ayudarnos, buscando un nombre para el proyecto, definiendo los packs de carne, diseñando el logo y la web… Cuando ya lo teníamos todo listo, fijamos el primer día de reparto, ¡pero nos habíamos olvidado de lo más importante: vender la carne! Así que cuando faltaban dos días para el primer reparto, aún nos quedaba por vender casi toda la ternera (más de 200 kg de carne). Entonces cogimos los teléfonos y llamamos a todos los amigos, familiares y conocidos, uno por uno. ¡Parecíamos dos brokers en Wall Street!”, dicen riendo.

La propuesta de Ternera del Pirineo, un proyecto con el que se contribuye a preservar una cultura milenaria que respeta la naturaleza y la economía local, combina la experiencia de la ganadería tradicional y la innovación que aporta la tecnología para poder recibir cómodamente sus productos en casa.
Sostenibilidad, vínculo e integración con la naturaleza
El trabajo del día a día (se puede visualizar un fragmento en el documental El Poder del Cabo el Puerto, sobre Ternera del Pirineo y la subida con las vacas al Cabo el Puerto en primavera, donde permanecerán hasta que llegue el frío en otoño, en https://www.youtube.com/watch?v=PMFlBT9igVM) les permite poner en práctica los conocimientos de sus respectivas profesiones, vinculadas a la ingeniería informática y a la arquitectura técnica. Santiago, por ejemplo, dice que “en el propio proyecto aprovecho mi experiencia en tecnología para desarrollar herramientas que faciliten la gestión diaria (trazabilidad, planificación, gestión de pedidos…). Además, también participo profesionalmente en proyectos de desarrollo de software (aplicaciones web)”. Y Pablo añade que muchas de las habilidades de coordinación de equipos asociadas a la arquitectura técnica le resultan muy útiles en Ternera del Pirineo.
Comentan que cada semana se reúnen para planificar y definir hacia dónde quieren ir, especialmente en lo que se refiere a la comunicación y la comercialización. Las gestiones más cotidianas (coordinación del equipo, hablar con los clientes, resolver dudas, organizar los repartos…) se combinan con otras tareas más creativas, como la creación de nuevos productos o la investigación. “Es en estas reuniones donde surgen nuevas ideas, como por ejemplo hacer una conserva en tarro de cristal de dados de estofado, algo que nos pedían personas conocedoras de nuestra carne.”

Hablan del equipo. Y es que los principales valores que quieren transmitir, con su experiencia y la calidad de sus productos, son un consumo responsable y un modelo alimentario y de vida centrado en la sostenibilidad, el vínculo y la integración con la naturaleza. “Nuestra iniciativa se basa en la colaboración y por eso hemos involucrado a diferentes profesionales del valle de Benasque apasionados por lo que hacen: Amado y sus hijos; Javi y Gerardo, de casa Falisia de Sahún, amantes de la ganadería de montaña y creadores del delicioso queso El Benasqués; Santi Santos, de Sessué; Rubén en el diseño gráfico; Marcos, Coke y Estrella en la carnicería…” La suma con otros productores locales es esencial para Ternera del Pirineo, ya que es una iniciativa que apuesta por apoyar a otros pequeños proyectos rurales. “Pensamos que la colaboración es clave para mantener la ganadería de montaña y la vida en nuestros pueblos, muy vinculada al territorio. Queremos y defendemos activamente un modelo alimentario local, integrado en el entorno, que permita que la gente siga viviendo en los valles de montaña. Hemos tenido la suerte de crecer rodeados de una forma de vida asociada a su medio y también la oportunidad de salir y conocer el mundo y otras maneras de hacer. Ternera del Pirineo es esa fusión de tradición e innovación.”
Con su experiencia y la calidad de sus productos, quieren transmitir un consumo responsable y un modelo alimentario y de vida centrado en la sostenibilidad, el vínculo y la integración con la naturaleza. “Nuestra iniciativa se basa en la colaboración, y por eso hemos involucrado a diferentes profesionales del valle de Benasque.”
Carne al gusto de todos, para un futuro más sostenible
Mantequilla de ternera, guiso de ternera del Pirineo, huesos para el caldo, rabo y diferentes lotes (estándar, familiar, burger lovers, pack sibarita…) son algunos de los productos de Ternera del Pirineo disponibles en su página web. Todos ellos cuentan con el Sello de Responsabilidad Social de Aragón y el Certificado de Ganadería Extensiva. Desde su página web es posible suscribirse para recibir periódicamente en casa la mejor carne criada en alta montaña, o incluso adquirir tarjetas regalo. Una vez hecho el pedido, no hay que preocuparse de nada más: éste llega cómodamente a casa, listo para degustarlo cuando se desee.

Santiago y Pablo tienen muy claro cómo quieren que sea su mañana. Se proyectan hacia el futuro imaginando cómo, poco a poco, más ganaderos se unen a Ternera del Pirineo, y también más restaurantes. Visualizan “un proyecto de valle, o incluso de todo el Pirineo aragonés, que conserve la ganadería tradicional de alta montaña y que, al mismo tiempo, genere empleo estable.” Y le suman el componente tecnológico: “pensamos que esta parte es clave, desde collares GPS que faciliten el pastoreo en los bosques y en otras zonas de montaña de difícil acceso, hasta herramientas (app) que ayuden a planificar y gestionar el día a día. Por otro lado, hay que trabajar mucho más la comunicación, para compartir con la gente lo que hacemos, crear contenido audiovisual para mostrar cómo se realizan ciertas tareas (fabricar el collar del cencerro, mover las vacas de un prado a otro…)”.
Creen que ya se está produciendo un cambio en lo que se refiere a la vida en territorios como el valle de Benasque, fruto de una voluntad, por parte de la sociedad, de recuperar las raíces y cuidar y promover el entorno. “Ese cambio ya está aquí. La gente se preocupa cada vez más por el origen de los productos que consume. Las redes sociales han revolucionado las posibilidades de comunicarse y de generar vínculos entre las personas que producimos los alimentos y quienes los disfrutan. Nosotros prestamos mucha atención a este vínculo con quienes apoyan nuestro proyecto. Conocemos sus preferencias, intercambiamos mensajes para saber cómo han recibido los pedidos, les pedimos su opinión sobre los nuevos productos que ofrecemos. Y tenemos la suerte de contar con personas apasionadas por la cocina que nos han ayudado mucho a mejorar lo que hacemos y a explorar nuevos productos.”
TEAL SCP
Ternera del Pirineo
Carretera de Benasque
A-139, km 49,5
22467 Villanova (Huesca)
Teléfono de contacto: +34 974 55 32 81
https://terneradelpirineo.es/
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Personas de contacto: Pablo Lamora y Santiago Lamora