Los baños de bosque tienen su razón de ser en un principio de relación con la naturaleza coherente: cuando nuestra atención parte del corazón sin buscar soluciones con la cabeza nos fundimos con el entorno, creando empatía. Este vínculo nos aporta tranquilidad y nos permite conectar con el aquí y el ahora, en una experiencia en la que empleamos los cinco sentidos.
Los beneficios de los baños de bosque han sido estudiados desde hace tiempo. En los años ochenta del siglo pasado la comunidad científica se interesó por sus efectos sobre la salud humana, con Japón a la vanguardia de estas investigaciones. De este modo, en 1982 el Gobierno japonés promovió de forma oficial los paseos forestales para hacer frente a los elevados niveles de estrés de la población, y en 2004 creó un programa para la conservación del bosque que cuenta con más de 60 senderos terapéuticos de carácter oficial, facultados para ser recetados por parte de los médicos.
La esencia de Shinrin-Yoku Pirineo
Yolanda Fernández es guía certificada en baño de bosque terapéutico Sèlvans por la Universidad de Girona y una enamorada de las montañas y los bosques del Pirineo aragonés, donde reside desde hace 11 años. Asimismo, es guía certificada del Organismo Autónomo de Parques Nacionales (Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido) y desde hace seis años es la impulsora de Shinrin-Yoku Pirineo. Ella es quien acompaña a quienes deseen realizar un baño de bosque en este entorno, para que se puedan beneficiar al máximo de esta experiencia única. En la comarca de Sobrarbe, brinda la oportunidad de realizar la práctica en diferentes bosques: en el Valle de Pineta (sector Pineta), el Valle de Chistau (Virgen Blanca, Abetal Centenario e Ibón de Plan), en Cajigar de Cosculluela (San Lorién) y en Turieto Alto y Bajo (sector Ordesa).
Yolanda Fernández guía en esta inmersión en el bosque para, entre dos y tres horas, sentirlo con los cinco sentidos y descansar la mente, mediante sencillos y divertidos ejercicios de mindfulness y conciencia sensorial. Esta práctica japonesa de reconexión con la naturaleza aporta innumerables beneficios.
Yolanda Fernández guía la inmersión en el bosque para sentirlo con los cinco sentidos y descansar la mente, mediante ejercicios de mindfulness y conciencia sensorial.
Los beneficios
Un baño de bosque mejora nuestro bienestar, físico, mental y emocional. Mediante el caminar pausado y la atención al momento, se logra un estado de relajación absoluto atendiendo a la propia respiración, se reduce el estrés, se mejora el estado de ánimo y la capacidad de concentración… y mucho más. Y es que, como destaca Yolanda, “los aromas del bosque o fitoncidas actúan a nivel psicosomático donde se originan la mayoría de las enfermedades, neutralizando los sentimientos negativos, mejorando la capacidad respiratoria, la circulación sanguínea…”. También se desbloquean puntos energéticos del cuerpo, entre otros beneficios.
Los efectos de esta práctica, que puede realizar cualquier persona, todo el año, se mantienen en el tiempo, y sus beneficios se sienten desde 7 hasta 37 días en el organismo. Así, desde Shinrin-Yoku Pirineo se ofrecen diferentes baños de bosque: para familias, para ir con niños, para personas con juventud acumulada o para grupos, y Yolanda se adapta a las diferentes necesidades de sus clientes. También realiza, con Elena Irazábal, Dronda, baños de bosque y sonido.
Los baños de bosque mejoran el bienestar, físico, mental y emocional. Aportan tranquilidad y permiten conectar con el aquí y el ahora, en una experiencia en la que se emplean los cinco sentidos.
Hablamos con Yolanda para que nos descubra más acerca de su proyecto.
Si tuvieras que contar a alguien quién eres, ¿cómo te definirías, como persona?
Soy una persona muy emocional, amorosa en todo lo que hago (le pongo mucho ahínco), persistente, un poco cabezona… y muy optimista y con los pies en la tierra. Tengo muy claro lo que quiero (y lo que no) y cómo lo quiero. Ahora estoy en una etapa tranquila, con ganas de enseñar y conectar con la naturaleza, que es la razón de ser de los baños de bosque.
Naciste en Barcelona. ¿Cuál ha sido tu recorrido hasta llegar a Arro? ¿Qué vínculo tienes con el entorno?
Desde los nueve años hasta los diecisiete veraneamos en Escalona, en Sobrarbe. Desde entonces siempre me sentí ligada al territorio, a la montaña, al río…, a los que regresaba. Al nacer mi hija volví para que ella viviera la naturaleza y la montaña como lo había hecho yo de niña, y al final pude regresar y quedarme a vivir en este entorno. Empecé a trabajar llevando un hostal y fue allí donde inicié mi recorrido con los baños de bosque.
Hoy en día, para mí, vivir y desarrollarme en este paraje significa plenitud. Es el lugar en el que quiero estar y donde soy y somos, con mi familia, muy felices.
Los efectos de esta práctica, que puede realizar cualquier persona, todo el año, se mantienen en el tiempo, y sus beneficios se sienten desde 7 hasta 37 días en el organismo.
¿Por qué decidiste emprender Shinrin-Yoku Pirineo?
Cuando estaba en el hostal, en el año 2016 descubrí los baños de bosque a través de una chica experta en inteligencia emocional con quien contacté por un tema personal. Me llamaron mucho la atención (algo que por aquel entonces era supernovedoso) y me puse a investigar. Entonces contacté con la Associació Sèlvans, en la Universidad de Girona (una de las dos únicas entidades que anunciaban que trabajaban con los baños en todo el mundo), y en 2018 realicé una formación con ellos.
Más tarde emprendí Shinrin-Yoku Pirineo como una experiencia que podía ofrecer a mis clientes en el hostal. Aunque hoy en día todavía no puedo vivir de los baños de bosque, disfruto mucho con ellos y ayudando a otras personas a nivel físico, psíquico y espiritual, por los beneficios que conllevan.
¿Cómo definirías tu proyecto y su esencia?
La esencia es que las personas que vienen al Pirineo aragonés puedan conocer el bosque de otra manera, más allá de hacer senderismo o realizar una ruta para llegar a un paisaje. Se trata de “estar” en el bosque, observar, relajarse y ver la vida que hay en él. Conlleva una educación ambiental, porque se ama aquello que se conoce. Además, y en este contexto, cabe decir que una parte de los beneficios de los baños de bosque se destina a la campaña “Los derechos de los árboles”.
“Se trata de “estar” en el bosque, observar, relajarse y ver la vida que hay en él. Conlleva una educación ambiental, porque se ama aquello que se conoce.”
¿Cómo describirías tu trayectoria vital, tanto personal como profesional, hasta la fecha?
Siempre he sido muy independiente y echada pa’lante. Prefiero no dejarme nada en el tintero para no arrepentirme de no haber hecho algo. De modo que siempre he ido a mejor, consiguiendo mis sueños. Para mí, por ejemplo, es muy importante saber que vivo donde siempre he soñado hacerlo.
Tu proyecto es un buen ejemplo del vínculo con el territorio y todo lo que proporciona. ¿Qué te aporta la naturaleza y qué destacarías de lo que te transmiten las personas que han realizado baños de bosque con tu acompañamiento?
Estar en el bosque me aporta conexión, paz, tranquilidad y claridad mental. Allí (sentada, andando descalza…) estoy, plenamente. Estoy en el aquí y el ahora.
En cuanto a las personas que han experimentado los baños, algunas de ellas me han comentado que se han sentido de nuevo niños, otras han destacado la tranquilidad y la conexión y relajación que han sentido…
¿Cómo eliges los entornos donde desarrollas tus baños de bosque?
Lo ideal es hallar bosques maduros, porque los árboles desprenden unas esencias, los fitoncidas, que inhalamos mediante la respiración y la piel, y que provocan el aumento de nuestra inmunidad. Entonces he buscado este tipo de entornos, con impacto, que a la vez sean accesibles y fáciles para cualquier persona (niños, personas con juventud acumulada…).
“Lo ideal es hallar bosques maduros, porque los árboles desprenden fitoncidas, esencias que inhalamos mediante la respiración y la piel, y que provocan el aumento de nuestra inmunidad.”
En tu página web incorporas una sección donde te refieres a otros planes en el Pirineo, pues eres una firme defensora de la creación de sinergias con otros pequeños productores. ¿Qué piensas de esa suma de esfuerzos? ¿Cómo crees que debe dinamizarse el territorio, como atractivo natural y patrimonial que debe cuidarse?
En una zona tan pequeña como Sobrarbe, debemos ayudarnos unos a otros, y poco a poco vas encontrando a esas personas y proyectos con los que tienes mucho en común. Vivimos en una zona habitualmente muy despoblada del Pirineo aragonés que, sin embargo, multiplica su población en las fechas señaladas. En este contexto, y con el espectacular atractivo natural, cultural y patrimonial del lugar, hay que enseñar a cuidar y preservar el entorno, la montaña y la naturaleza, y a respetar a sus personas y costumbres.
Finalmente, ¿cómo imaginas tu futuro? ¿Tienes nuevos proyectos o propuestas en mente?
Lo imagino siendo una abuelita que sigue con los baños de bosque, siempre, siempre aprendiendo y realizando cursos y formaciones (ríe). En cuanto a los nuevos proyectos, estamos promocionando la experiencia de los baños de bosque con sonido (con cuencos, maracas, tambores, gongs…), una terapia vibracional muy interesante que concluye con un concierto de cuencos y voz.
Shinrin-Yoku Pirineo
Yolanda Fernández
C/ La Asunción, 4
22336 Arro (Huesca)
info@shinrin-yokupirineo.com
Tel.: 974 34 82 32 / 656 44 76 24
https://www.shinrin-yokupirineo.com
Instagram: shinrinyokupirineo.com6
Facebook: bosqueysalud/