Las ferias de ganado o ferias ganaderas distan mucho de ser hoy en día de cómo eran en la antigüedad. La evolución de la sociedad, así como otros aspectos de gran importancia como la Revolución industrial y la consiguiente mecanización del transporte, han hecho que este tipo de ferias adquiera un sentido muy distinto.
Antiguamente, las ferias de ganado estaban estrechamente vinculadas a la trashumancia, es decir, al desplazamiento estacional de los rebaños. Los rebaños, ya sean equino, bovino, ovino o de cabras, se desplazaban entre los llanos a la montaña al llegar la primavera y el verano y a la inversa en el otoño e invierno. Con ello se pretendía aprovechar el escalonamiento de los pastos, a la vez que responde a una razón de ser muy lógica: durante los meses de frío, se buscaba para el ganado unas temperaturas más confortables, por eso dejaban las montañas donde la sensación de frío es más acusada. Este tránsito marcaba las fechas en las que tenían lugar las ferias de ganado que principalmente se desarrollaban en el transcurso de los meses de otoño y principio del invierno, cuando los rebaños bajaban, y los meses de primavera y verano, cuando se preparaban para volver a subir a pastar a las montañas.
En el recorrido que realizaban los pastores, se aprovechaban los cruces de caminos de trashumancia para instalar las ferias. En algunas ocasiones también tenían lugar en núcleos de población que se encontraban en el paso del recorrido de los rebaños. Se sabe que existían ferias dedicadas a todo tipo de ganado, pero las había asimismo especializadas en un ganado concreto.
En estas ferias no solamente se vendía y compraba ganado, también servían para contratar pastores o comprar elementos necesarios para los animales como por ejemplo cencerros.
Las ferias ganaderas en Cataluña
En lo que se refiere a ferias ganaderas catalanas establecidas en cruces de caminos de trashumancia destacan seis de ellas por su gran tradición: las que tenían lugar en el Hostal Roig (al pie de la Sierra del Montsec), el Bancal d’Arç, el Empelt, la Torregrassa, Navès y el Hostal del Vilar. Las cinco primeras se desarrollaban en la comarca del Solsonès, mientras que la última tenía lugar en el Lluçanès. Estas ferias de ganado se llevaban a cabo en estas localidades por encontrarse en medio de las rutas de trashumancia que unían los Pirineos y la Depresión Central Catalana. Todas ellas tenían lugar en otoño, excepto la del Hostal del Vilar que se celebraba en invierno, concretamente en diciembre.
En cuanto a las ferias de ganado celebradas dentro de un pueblo o una villa, históricamente han destacado tres: la de Salàs (en el Pallars Jussà), que tenía lugar la segunda semana de cuaresma y a mediados de noviembre y en la que se intercambiaba ganado de todo el Pallars, la Ribagorza y el Valle de Aran; la de Organyà (Alt Urgell), en la segunda quincena del mes de octubre y que agrupaba rebaños del Alt Urgell, Andorra y la Noguera, y la de Verdú (Urgell) que tenía lugar el 25 de abril, por San Marcos.
Las ferias en la actualidad
Con la mecanización del transporte y el desarrollo del comercio en general (que conllevó la aparición en los pueblos de tiendas que ofrecían todo tipo de productos), las ferias fueron decayendo poco a poco hasta su práctica desaparición. Las ferias que hoy denominamos de ganado, van acompañadas con frecuencia de mercados donde se comercializan todo tipo de productos, desde alimentos hasta artesanía. En general, en este tipo de ferias existe una zona habilitada para la exposición de animales, donde los visitantes pueden adquirir caballos, vacas, cabras y ovejas además de conocer las particularidades de las razas autóctonas según los territorios, un hecho que contribuye a su recuperación. Además, en muchas de estas ferias tienen lugar concursos de ganado procedente de las explotaciones del territorio en el que se desarrollan. En muchas ocasiones, cuentan con un programa de actos diversos que pueden incluir demostraciones de oficios artesanos relacionados con la ganadería.
Ferias destacadas de los Pirineos
Todavía se celebran numerosas ferias ganaderas, generalmente acompañadas de mercados artesanos. Así, podemos destacar la Feria de Ganado de Bossòst (Valle de Aran), que tiene lugar en el mes de octubre y que permite admirar los mejores ejemplares de ovejas, cabras, vacas y caballos de raza de los Pirineos. Tiene asimismo lugar en octubre la Feria Ganadera de Bellver de Cerdanya donde se muestran vacas de la raza Bruna del Pirineo, frisonas del sector bovino y caballos hispano-bretones y de silla. En Ripoll (Ripollès) tiene lugar anualmente la Feria de la Oveja, en octubre, una muestra de ganado ovino de raza ripollesa y de otras razas autóctonas de Cataluña. La lista es larga, pero entre otras localidades también tienen ferias de ganado en Llessui (Pallars Sobirà), la Pobleta de Bellveí (Pallars Jussà), Tírvia (Pallars Sobirà), Rialp (Pallars Sobirà) o Salàs de Pallars (Pallars Jussà). En esta última población, la feria tiene lugar hacia el mes de noviembre y se trata de la recuperación de una de las ferias más importantes desde el punto de vista histórico no tan solo de Cataluña sino de toda la península ibérica.
Fuera de Cataluña, en la zona del Pirineo, se celebran asimismo numerosas ferias de ganado que rememoran ferias con una cierta tradición histórica en los territorios donde tienen lugar, algunas de ellas con más de 500 años de historia. Así, pueden visitarse ferias ganaderas en Plan, que tradicionalmente se celebraba en el mes de septiembre pero que actualmente tiene lugar en octubre; Benasque, o Biescas, todas en Huesca; Bárcena de Pie de Concha o Valderredible, en Cantabria… En Andorra se celebran, entre otras, la Feria de ganado de Canillo y la Feria-concurso de ganado, en octubre.
Ferias ganaderas
Más información
https://firescatalanes.cat/cerca/
https://www.femturisme.cat/ca/descobreix/viu-l-essencia-de-les-fires-ramaderes
https://www.cultura.ad/vides-de-muntanya-ramaderia-d-alcada/fira-de-bestiar-de-canillo
https://www.aragon.es/-/calendario-oficial-de-ferias-de-aragon-2023
https://www.euskadi.eus/ferias/
