La elección de San Chuan de Plan/San Juan de Plan para establecer la primera escuela de pastores de Aragón no ha sido una decisión aleatoria. Y es que en el valle de Chistau, donde se encuentra este pequeño núcleo de población, la tradición ganadera viene de antiguo, lo que ha provocado que se disponga de un patrimonio cultural muy rico ligado a la trashumancia en el territorio. Todo este patrimonio es el responsable de que, en la zona, los habitantes se hayan desarrollado como comunidad de una manera específica, ya que toda la organización social, así como el calendario del año, se ha establecido partiendo de las actividades ganaderas. En este sentido, y también para conseguir que la juventud de San Juan de Plan y otros pequeños núcleos rurales no se desplace a los núcleos urbanos en busca de trabajo, la escuela de pastores La Estiva desarrolla un plan de formación teniendo en cuenta la tradición ganadera y pastoral del territorio, pero también estando muy atentos a todo lo que moderniza el sector, siempre respetando la citada tradición, para que las pequeñas explotaciones ganaderas puedan hacer frente a los retos que la globalización les plantea.
Una escuela que se fundamenta en tres objetivos esenciales
La Estiva basa su existencia a partir de la consecución de tres objetivos básicos, distribuidos en tres ámbitos diferentes. En primer lugar, y en cuanto a la educación y la formación, la escuela intenta capacitar profesionalmente a su alumnado para la explotación ganadera extensiva y facilitarle el acceso al trabajo. En este sentido, también pretende educarle en los valores relacionados con la potenciación de nuevos modelos de explotación de los recursos y de responsabilidad en cuanto al medio natural que nos rodea. En segundo lugar, y dentro del ámbito socioeconómico, el centro quiere preservar la ganadería extensiva y facilitar el emprendimiento empresarial en todo lo relacionado con el sector. Asociado a ello, apuesta por fijar y mantener a la población en medios rurales y contribuir a mejorar sus servicios teniendo en cuenta el desarrollo local. Y finalmente, en tercer lugar, la escuela, y en el eje que denomina “eco-cultural”, defiende la conservación de unas tradiciones ganaderas que forman parte del patrimonio inmaterial de la humanidad, concretadas en el pastoralismo. Y es que el centro considera que este aspecto favorece a evitar la fractura que, en los últimos tiempos, se está creando entre el mundo rural y el urbano.
Una producción ganadera sostenible
La Estiva apuesta por una formación ganadera especializada y, al mismo tiempo, muy práctica, de modo que el alumnado pueda aprender los conceptos esenciales y ponerlos en práctica. Por ello ofrece una formación multiactiva, es decir, que pretende formar al alumnado en diferentes conocimientos, herramientas y recursos sobre el terreno que le permitan desarrollar su labor como ganadero de forma adecuada, puesto que el trabajo de pastor no se limita sólo a cuidar un rebaño. Y todo esto lo hace defendiendo criterios éticos de bienestar animal y el fomento de las actitudes ecológicamente responsables.
El curso tiene una duración de 850 horas, distribuidas entre las clases teóricas y las prácticas llevadas a cabo en explotaciones ganaderas del valle de Chistau o en puertos de montaña. Una vez terminados los estudios, el alumnado recibe un diploma avalado por el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón.
La Estiva. Escuela de Pastoreo de Aragón
C/ San Mamés
22367 San Chuan de Plan/San Juan de Plan
Huesca (Aragón)
Tel.: +34 974 506 294
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