En el valle del Yaak, en Montana, viven apenas treinta personas y un número indeterminado de osos, lobos, coyotes, pumas, alces… Un lugar sin duda salvaje y remoto. De hecho, allí la mayoría de las casas carecen de electricidad o teléfono. Para sus habitantes, sin embargo, eso no parece ser un problema. Son leñadores, tramperos, guías de caza, domadores de caballos, tejedores de atrapasueños, veteranos de Vietnam, un payaso de rodeos jubilado… También hay un par de fugitivos, aunque quizás, de un modo u otro, todos lo sean: todos han llegado hasta allí huyendo de algo y aquel aislamiento les hace sentir seguros.
Desde el primer instante, Rick Bass y su mujer se ven irremediablemente atraídos por aquella realidad indómita. Y deciden rendirse a su silencio y a su misterio, encarnados en la lenta e imperturbable caída de la nieve, que parece ralentizar el tiempo y ofrecer perdón para todas las culpas. Alquilan una casa, conocen a los excéntricos habitantes del valle, se emborrachan en el Dirty Shame y empiezan a prepararse para el invierno: algo que en su Texas natal nunca han vivido, menos aún a treinta grados bajo cero y sin más tecnología que una lámpara de aceite, una motosierra y una chimenea. Él comienza a escribir, a relatar su cita y su encuentro con el invierno, con ese paisaje blanco, ingobernable y feroz que reclama de manera incansable vidas para seguir avanzando. Pronto recuerda aquella vieja historia que contaba un aventurero a las gentes de la ciudad: en Yellowstone el frío era tal que a los tramperos las palabras se les congelaban según salían de sus bocas, y debían recogerlas, guardarlas cuidadosamente y colocarlas ante el fuego por la noche, para ensartarlas en frases y saber lo que se habían dicho durante el día. Eso hace también Rick Bass.
Ahora que nuestro invierno es cada vez menos invierno, que su belleza es cada vez más frágil y esquiva, este libro se presenta como un canto poderoso al níveo secreto del Gran Frío.
Narrado en primera persona, Invierno es un canto de amor y pasión por la naturaleza y una reflexión acerca de la esencia de la vida, del papel que desarrollamos en relación al entorno y cómo conectamos con él, sobre aquello que es verdaderamente importante, la ilusión que podemos sentir en los pequeños detalles. Un relato lleno de descubrimientos: sobre la belleza, la paz asociada a la soledad y el silencio, el juego que hay implícito en la paciencia de aquellos que han de esperar irremediablemente a que llegue el frío, todo aquello que comporta una nueva vida de aislamiento en plena montaña, el reencuentro con uno mismo. Una obra para disfrutar con calma.
Acerca de Rick Bass
Rick Bass nació en 1958 en Texas y pasó toda su juventud en el sur de Estados Unidos. Después de trabajar durante años como geólogo en una petrolera de Misisipi, se trasladó al valle del Yaak, en Montana, donde reside desde hace casi cuatro décadas. Sus artículos y relatos han aparecido en publicaciones como The New Yorker, The Atlantic, Esquire o The Paris Review, y han sido seleccionados en diversas ocasiones para los volúmenes anuales del Best American Short Stories y del Best American Science and Nature Writing. Además, fue finalista del Premio National Book Critics Circle y ganador del Premio O. Henry con dos de sus novelas. Entre sus libros, además de Invierno, cabe destacar The Lives of Rocks, All the Land to Hold Us, Platte River, The Lost Grizzlies, Brown Dog of the Yaak: Essays on Art and Activism, Colter: The True Story of the Best Dog I Ever Had, oWhy I Came West: A Memoir.
En la actualidad es miembro de la junta directiva del Yaak Valley Forest Council y del Round River Conservation Studies, y continúa viviendo con su familia en su rancho en Montana.
Invierno
Errata naturae
Colección Libros salvajes